<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d6273027\x26blogName\x3dNeomierda.\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://neocrap.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_MX\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://neocrap.blogspot.com/\x26vt\x3d-2210284163126322865', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Neomierda.

Cero credibilidad.

juar.



Ayer salí de mi casa. Caminé algunas cuadras y llegué al parque. Nada especial el lugar, un parque común y corriente, ya saben: verde, con frondosos árboles, arbustos tupidos, niños jugando, gente jugando futbol usando los arboles como portería, parejas acostadas en el pasto cachondeando. Un parque pues.

Me senté en una de esas banquitas verdes que abundan por esos lares. Y como no tenía ABOSOLUTAMENTE nada que hacer, me puse a ver a la gente.

Me toco ver un tipo pasar vendiendo comida chatarra; una niñita de vestido bermellón, con un lazito que le recogiá el cabello lacio y negro; un indigente de cabello costroso y ropas raídas; un hombre de edad, canoso, barbón, con el bigote engominado y vestimenta anacrónica y unos abuelitos y su nieto de unos 5 o 6 años...

Hacía frío, pero no frio cabrón, sino fresco, agradable, pero se sentía y era propio para ponerse una sudadera o un sueter. Yo no traía, tuve que aguantarme.

Casi toda la gente pasaba caminando muy rápido, por el frio pienso yo... Pero la mayoría caminaba rápido: el tipo de la comida chatarra pasó caminando con paso firme, y no se detuvo pues nadie le pidió nada de su mercancía, la niña pasó corriendo al mismo tiempo que brincaba la cuerda y cantaba una canción que no alcanzé a distinguir; el indigente rengueaba de una pierna y pasó callado frente a mi dejando un pestilente olor a humedad y a cebo del cabello; el hombre de la barba pasó caminando mientras se hablaba a si mismo en voz baja, pero al mismo tiempo distinguible, como una oración, solo que para si mismo.

Y los que captaron mi atención más que todos, fueron los dos viejos y el niñito. Su nieto, pues alcanzé a escuchar que les llamaba 'abuelos', hablaba cariñosamente con ellos, y era muy inquieto pues jugaba a agarrarse de las manos de sus dos abuelos, y luego, haciendo fuerza se columpiaba, luego se soltaba y salía corriendo.

Se sentaron.

Entonces la anciana, con una voz tierna, apacible, como la que debe tener una abuela, (debe, no todas las abuelas las tienen) le dijo a su esposo: "Viejo, dame mi capita, por favor, ya me dió frio" en ese momento, el niñito se detuvo de lo que fuera que estuviera haciendo, pelo unos ojos gigantescos como platos y entonces grito:

"¡ABUELA!¡¿VAS A VOLAR?!"

« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »