2005.
Escribo ésto mientras transcurren las primeras horas del año nuevo...
Y les quiero comunicar que:
Hoy, Sábado 1 de enero de 2005, este blog cumple un año. Felicidades. 1 año más viejo.
El objetivo se cumplió. Duré un año escribiendo aquí. Enhorabuena.
Me salté algunos meses, pues había olvidado la contraseña no recuerdo por qué. Pero la recordé y ahora ya escribimos asiduamente en esta pinche página. Y espero seguirlo haciendo. Pienso que seguiré.
Este 2004, año recién fallecido y que hoy se convirtió en historia, me trajo cosas buenísimas, fueron tantas y tan hermosas, que me da hueva comenzar a mencionarlas, apuesto a que será uno de los años que jamás olvidaré o que al menos, me costara mucho trabajo olvidar. snif.
Aprendí muchas cosas. Por la buena y por la mala. Pero aprendí.
Tuve el privileguio de aprender lecciones de vida, que nadie te enseña, las aprendes solo. Y doy gracias por ello.
Para mi es indispensable cambiar. No podemos estancarnos, me ha tocado cambiar año con año, para bien quiero pensar, y este año no fué la excepción. Me siento diferente a como me sentía hace un año.
Ahora solo queda enfrentar otro año el cual se nos pone enfrente, grandioso e imponente, esperando que lo vivamos, que lo venzamos, que lo disfrutemos, que aprovechemos lo que ofrece y que, al último, lo desechemos como a su gemelo que acaba de morir.
El tiempo es inexorable, no se detiene jamás. Entonces, es menester aprovecharse de el al máximo.
Y bueno...
Solo les quiero desear un feliz año 2005, espero que todo lo que se propongan lo cumplan, y si no, pues al menos traten. O háganse pendejos. Como quieran. Mucha suerte.
Y ya para terminar, sólo me queda dejarles una pregunta que me aqueja, a ver si me pueden ayudar a pensar en una respuesta, si pueden, pues tiren paro, y si no, pues no.
Mi pregunta es ésta:
¿Por que siempre esperamos que las cosas buenas lleguen en año nuevo?
Felicidades.
Sic Luceat Lux