Esque soy bien mamón... snif.
Ayer Marcos vino a mi cantón como de costumbre, nos pusimos a platicar y a jugar FIFA.
Mi buen amigo me platicaba cosas que había hecho el día anterior. Me platicaba como fué que el y dulce habían chocado el carro de ella la noche del Sábado, mientras hablaban de algo perdiendo laconcentrancia.
Enseguida, Marcos me comentó -a manera de opinión- lo que pensaba de mi trato hacía otras personas. Me dijo algo como: "Wey, tu tratas a la gente, como yo trato mi comida."
A la verga.
Para los que no saben (te voy a balconear carnalito, ni modo), Marcos come poco y nada. Nada le gusta.
Por ejemplo, cuando vamos a algún pinchurriento puesto de hamburguesas, él, pide su hamburguesa así: "Me la da con el pan, la carne y mucha ketsup (que así la llama él)" Así nada más: Pan-Carne-Catsup.
Tampoco come frijoles, le dan un tremendo asco, es como si le dieras a comer mierda cada vez que le toca degustar frijoles. Si vamos a un restaurante, de comida china por ejemplo, el lo único que pide son alitas. Por que lo demás le da asco. Asco.
Y bueno, en fin, Marcos, sin afán de criticar, intuyo, me dijo eso. Que trato a las personas como el trata la comida. En pocas palabras: soy un mamón, un snob, un racista, un elitista y cualquier forma de discriminación se me aplica.
Puede ser o no cierto. Yo difiero. Pues me considero una persona tolerante y de buenas costumbres, un ser maravilloso y bien educado, hermano de los animales, los pobres y desvalidos, que por cada poro de mi joven y tierna piel destilo mucha paz, mucha lux. Un sujeto descente pues.
Según mi carnal, estoy equivocado. Snif.
Quiero aclarar algo en este momento, que este post, es para mi beneficio solamente, es un ejercicio mental, una disertación mía y nada más. (Nota para los lentos: NO ESTOY CRITICANDO A MARCOS, NI ESTOY ESPERANDO QUE TOMEN ESTE POST EN SERIO, ASI QUE, SI PIENSAS QUE ESTE ES UN POST DE CRÍTICA, DEJA DE LEER... Ahora.)
Bueno, con eso aclarado, continuo.
Estoy equivocado, por que -oh tragedia- algunas veces no brinco de emoción cuando me sugieren ir a visitar a tal o cual persona... o que soy tremendamente prejuicioso y mis prejuicios no me dejan convivir con las personas. Bueno pues no creo lo mismo. Y tengo simples razones para refutar.
Cuando Marcos -o quien sea- me sugieren ir a ver a tal o cual persona, me agarran en mi momento de relajamiento, con mi cigarro en la boca y predisposición a la hueva. Huelga decir, que en ese momento la hueva es grande y poderosa, así que no permite molestias y menos de ese calibre.
Luego entonces, mi respuesta lógica es un suave:
"Nah wey, que hueva, además (inserte nombre aquí) ya fué. Caile tú si quieres."
Tan-tan, eso es. Tan simple como eso. Nada más no son ganas de verle la cara a fulanita o sultanito y ya. No estoy diciendo que nunca tenga ganas de verlo(a) pero puede ser (y es muy probable) que en ese momento tenga más ganas de que me horaden la cabeza a tener que ir a visitar a la persona en cuestión. En algún momento los he recordado y les hablo por teléfono o, en su defecto, voy y los visito. Snif. Pero nuestras ganas de ver gente no siempre concuerdan; ni que estuvieramos sincronizados.
Lo segundo, eso de mis prejuicios etcetera etcetera. Creo que eso no puede ser calificado de prejuicio, por que a la inmensa mayoría de los humanos en cuestión, yo ya los conozco, ya se como son, ya le tanteé el agua a los camotes y se bien que pedo.
Un prejuicio, según mi punto de vista, es un juicio a priori de algun acto. Normalmente eso es un prejuicio, se puede aplicar a actos o acciones que van en contra de tu... filosofía de vida -si así le quieren llamar- y calificarlos de malos.
También, los prejuicios van contra el acto, nunca la persona. Hay veces y pasa con el grueso de la humanidad, que el prejuicio va tanto para la acción, como para la persona.
"Fulano es mala persona por que coge con animales". Por nombrar un ejemplo.
Pues si de algo me puedo vanagloriar, es de que dejé de ser así hace bastante. Por mi, hagan de su culo un papalote, arránquensela, disfruten, caiganle orale, no pasa nada, yo no soy nadie para decirles que tal o cual cosa está mal. PEEERO, eso no quiere decir que no pueda agarrar las curas y cagarme de la risa de los resultados. Siempre me puedo burlar del papalote o de lo arrancado.
Si quieres coger con animales, llégale, nada más no te cojas a mi perra. Y si te agarran, pues con la pena, juar.
Pero me estoy saliendo del tema.
Créanme cuando les digo esto: si quiero ser tremendamente mamón, soy tremendamente mamón, dompe y culero. Así de simple.
Se piensa que yo soy un mamón prejuicioso a más no poder. Y pues temo decirte, lectora lector querido (ay pinche dehesa), que no es así.
Si no, que le pregunten a Christian, Lucero, David y Lau
¿verdad que soy adorable?
snif...
Victa iacet Virtus