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Neomierda.

Cero credibilidad.

Sinco

Tengo un resto de cosas que postear. Por ejemplo, el caso de una amiga de la escuela que chocó en su carro dos veces en dos días y todas las raras coincidencias del asunto. También puedo postear sobre la globalización, las diferencias culturales en nuestro tiempo, y su impacto en nuestra sociedad y las repercusiones directas que tendrán en las generaciones por venir. Podría hablar también de otras pendejadas, por desgracia, no las recuerdo en este momento, pero que garantizo recordaré cuando no esté en la computadora o haciendo cualquier otra cosa que no sea escribir.

Pero no lo voy a hacer por que me da hueva.

En su lugar, voy a contestar esta pendejada de los cinco hábitos que puso el Kanedo en su bló y que tengo derecho a contestar por que se me hinchó un huevo; total, es mi puto blog y hago con el blablablablabla ya se la saben...

Procedo entonces, con el permisito de ustedes, a explicar los porqués de los porqués de mis manías y ya.

Primero:

Música.

Este es bien fácil, simple y sencillo: Escucho música pa' todos lados y todas las situaciones. Desde diciembre del 99, cuando mi sacrosanta madre se puso el frac y me regaló mi primer CD player, escucho música en todas partes y a todas horas; los que me conocen lo saben: ando con los pinches audífonos a toda hora y en todo lugar. En la escuela, cuando camino, cuando manejo (le pongo el adaptador por que si no me multan), cuando me baño (ahi pongo el radio, no los audífonos, bestias) y hasta cuando me voy a dormir pongo música. Toda la vida tengo que estar oyendo alguna rola, si no, siento que algo me falta.

Por eso el Ipod es una chingonería para mí: Antes, traía la mochila aturrada de cidís para el CD Player, junto con montones pilas en la mochila misma, o en el carro. Ya no más. Ahora, casi toda mi colección la cargo, convenientemente, en el bolsillo de la chamarra, snif, me siento realizado en mi persona. No es cierto.

Segundo:

Acomodo enfermizo de cosas.

Explico. Primero que nada, en las bolsas de mi pantalón siempre cargo lo siguiente:

Cajetilla de cigarros (Pacífico)
Al Scarface (mi zippo)
El celular
La cartera
Las llaves del Maximus
Chicles (Extra, verdes)
Feria (poca)
El Ipod.

Esos son los artículos que siempre cargo, de cajón, no salgo sin ellos. Puedo traer otras pendejadas, pero esos nunca faltan. Siempre los coloco en las mismas bolsas del pantalón: las llaves de carro en la bolsa derecha del pantalón, junto con la feria; en la izquierda el celular y los chicles; en la derecha de la chamarra, los cigarros y el encendedor; en la interior de la chamarra, el Ipod; en la trasera derecha del pantalón, la cartera y en la trasera izquierda, casi siempre papeles desechables o servilletas. Siempre es así.

A veces se me rola y al no sentir uno de esos artículos entro en modo Rambo y, como rata atarantada, me tiento las bolsas hasta que los encuentro en otro bolsillo y lo devuelvo a su lugar.

Al llegar a mi casa, siempre, SIEMPRE, lo primero que hago es dejar los cigarros, el encendedor, los chicles y demás pendejadas junto a la computadora, y poner a cargar el Ipod. Luego subo, pongo a cargar el celular, pongo la cartera en el buró y ya. Cada cosa tiene su lugar y es de donde los agarro al día siguiente. Si al otro día no están, suspendo todo y me pongo a buscarlos como estúpido hasta encontrarlos. Al hacerlo, reanudo mi día.

Tercero:

Hablar solo.

Si, hablo solo. Como niño tonto, loco, o lo que quieran. Es típico de mí andar en el carro y estar hablando conmigo mismo, en pleno soliloquio: yo me pregunto, me contesto, me hago callar, me mando a la verga, me regreso, me cuestiono y me contradigo, luego me río y me critico por las pendejadas que digo. Es bien lindo.

También es típico que le grite pendejadas a la tele cuando la estoy viendo. Ya sea una película ("Ahí vas a que te maten pendejo, aaaah ¿pero quien te manda?" "¡Ay, la guera está viva!" "Te van a agarrar pendejo, y te vas a morir pendejo, *lo agarran y se muere* ¿que te dije?"), un programa ("No mames, esa pendejada yo no me la trago: ¿como chingados bajó tanto de peso el cabrón ese tragando puro subway, si es puro pan? neh a la verga eso nocierto" -¿Tú como sabes que no es cierto puto? ¿Te consta? ¿Sabes lo que debió haber sufrido por estar tan pinche gordo?" -"No" -"Yo tampoco... momento ¡como chingados no! ¡Si así estabamos!" -No mames pendejo, tan cabrones no. -Bueno eso si."), o un partido de futbol ("¡A la izquierda cabrón!, ¡Guardado va solo por izquierda!, ¡Abre la cancha culero, abrela!")

Siempre es lo mismo: le grito estupideces al televisor. Un día de estos me va a contestar, y yo me voy a volver loco. Que miedo.

También hago efectos de sonido cuando hablo. Me pongo a pensar en voz alta a veces, pero nada más digo una palabra, y siempre me dicen: ¿que dijiste? y yo no contesto nada. Y a veces, en momentos en los que hay que poner extrema atención, me desconecto ("No mames, estoy bien concentrado, hasta da miedo. ¿Que pedo con esa morra? ¿Que onda con el pelo de ese guey?")

Cuatro:

Agua.

Siempre me llevo un vaso o una botella con agua antes de dormir. Puede que no la toque en toda la noche y me la tome en la mañana, puede que no. Pero siempre tengo que subir agua, si no, no puedo dormir, no me siento agusto. No pregunten.

Cinco:

Lavado dental.

Mi señal de salida es lavarme los dientes. Yo lavándome los dientes quiere decir que ya me bañé, comí mi desayuno, me tomé mi café, alisté mis cosas y estoy listo para el día. Si no me lavo los dientes, no puedo salir. Así de sencillo.

Bonus:

-Me muerdo las uñas, he tratado a toda cosa de dejar de hacerlo, nunca he podido.

-Cuando hablo, digo 'guey' cada que termino una oración, es increíble la cantidad de gueyes que salen de una frase espetada por mí.

-Tiendo mucho al sarcasmo. Ha llegado al punto en que cuando digo algo en serio, nadie me cree, y cuando digo pendejadas sin sentido, siempre me contestan: "¿Neta guey?" y me veo obligado a contestarles: "Nel, puro paro.".

-Huelo mis propios pedos. Con orgullo, que son míos.

-Cuando se pone una canción "bailable" hago como que bailo. Sin importar que canción sea, siempre bailo igual. Ja.

-Y por último, ser Yo mismo todos los días. Que no es nada fácil (ser un individuo tan virtuoso tiene su chiste), pero que no me cuesta trabajo para nada. Muchos de ustedes quisieran ser como yo, pero no pueden y se frustran, snif. Los compadezco.

Jajajajajaja.



Bueno ya me cansé. Hoy es viernes ya, que felicidad.

Chida!
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