Okey.
Estoy muy sorprendido.
Ayer, como balde de agua fría, llegó a mis ojos la terrible noticia: Robert de Pinho deja al Atlas, para marcharse a jugar a Holanda, en específico al PSV Eindhoven.
Eso está bien. Es muy bueno que un jugador talentoso como De Pinho, amplíe sus horizontes y derroche su talento en un gran equipo como lo es el PSV: ofensivo, popular y con gran proyección (tanto en Europa como en el mundo).
Al hablar del PSV, hablamos de un club con una rica historia y varios títulos, compuesto por grandes jugadores, algunos que vienen a mi mente son por ejemplo: Phillip Cocu, medio de contención extraordinario, que nos anotó en el mundial del 98. Wilfred Bouma, férreo lateral derecho y joven jugador de la "naranja mecánica", que dió señales de solidez y solvencia en la pasada Eurocopa de Portugal. Mark Van Bommel, mediocentro de toque excelso y envidiable visión de campo, pretendido por muchos equipos. DaMarcus Beasley, joven delantero estadounidense con brillante futuro por delante. Jan Vennegoor of Hesselink, de apellido groseramente largo, titular indiscutible en la escuadra, delantero letal a campo abierto, de gambeta endiablada y finura a la hora de la definición, por muchos considerado el próximo Ruud Van Nistelrooy. Todos ellos, grandes talentos del fútbol neerlandés, son apoyados, dirigidos y llevados de la mano por un genio de la estrategia, un sabio del fútbol, director técnico que maneja tanto a jóvenes como a figuras veteranas como pocos: Guus Hiddink
El equipo holandés tiene antiguos antecedentes en lo referente a la compra de extrangeros: tienen la costumbre de llevarse a los mejores delanteros del país amazónico. Nombres como Romario, Ronaldo y Vampeta, son familiares a la hinchada del PSV y son recordados con cariño en el Phillips Stadium; jugadores de clase mundial, capacidad probada y campeones mundiales, pasaron por este equipo antes de dar el salto a mounstruos europeos como el FC Barcelona, el Inter de Milán o el Real Madrid, por dar algunos ejemplos.
Es muy bueno para De Pihno llegar a este equipo, pues una oportunidad como ésta, no puede ser desaprovechada. La proyección que experimentará en Holanda es grande, y si juega bien sus cartas, puede terminar en algún club grande de Europa.
Robert fué presentado Hoy ante la prensa holandesa, como la nueva incorporacióm, luciendo el nombre "Robert" y el número 29 en la casaca.
Pero hay algo, un detalle sin importancia, una pequeña cosa no me gusta, no me parece y desapruebo totalmente: El hecho de que el moreno se haya largado sin decir agua vá. Sin avisar a nadie, le hicieron la oferta, estuvo deacuerdo y tomó el primer avión disponible a Europa, solo diciendo que no iría a entrenar al dia siguiente y que no lo volveríamos a ver enfundado en la casaca rojinegro. El aviso dejó fríos y temblando de rabia a los directivos, al técnico, y sobretodo: a los hinchas de la Furia. Como yo.
Pero nada se puede hacer contra la cláusula de rescición de los futbolistas, que fué pagada en su totalidad por el PSV: 5 millones de Euros. Al menos la directiva le ganó 4 millones al traspaso. Snif.
Pero creo que existen formas, modos de hacer las cosas. Cosa que el negro delantero no hizo. Se fué como las criadas: sin avisar, o hablando para decirle a la patrona que ya no vuelve a limpiar mañana, ni nunca.
Me pudo que se fuera de manera tan intempestiva, tan violenta, tan baja. Siendo un jugador tan querido por los hinchas zorros repartidos en el país, a los cuales, estoy seguro, les cayó en los huevos la noticia tanto como a mí. Una despedida, un "gracias" o un "hasta luego" no es mucho pedir. Pinche malagradecido.
Pero no hay nada que se pueda hacer, solo desearle suerte y agradecerle lo que aportó al equipo, los goles, las jugadas y su paternidad frente a las birrias.
Estoy seguro que la cantera inacabable del Atlas está preparada para sacar la cara ante una eventualidad como esta.
Ojalá que fume mota en amsterdam y de positivo el anti-doping, o que le dé SIDA por coger en algún prostíbulo neerlandés. Negro de mierda.
Gracias Robert.
Aguante el Atlas.
Victa iacet Virtus