<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d6273027\x26blogName\x3dNeomierda.\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://neocrap.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_MX\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://neocrap.blogspot.com/\x26vt\x3d-2210284163126322865', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Neomierda.

Cero credibilidad.

Yo cain't fuck with the Po-liz!

De nuevo.

¡Hecho verídico!

Como saben, vivo en una ciudad violenta (donde matan a las mujeres), en un estado retrógada y de doble moral. Que mamona introducción, snif.

Por todo ello no tengo absolutamente ningún problema, de hecho, en lugar de causarme enojo, me divierte. Y mucho. Tomemos por ejemplo, la tarde-noche de hoy.

Este sábado -y como casi todos los sábados-, fui con mis camaradas al parque, a pasar el rato platicando pendejadas, comiendo, fumando, y descostillándonos de la risa por las mismas cosas que salen en la plática.

Ahi duramos toda la noche. Comentamos algunas idioteces, nos dió hambre y fuimos por unas hamburguesas. Comimos y seguimos en lo nuestro. Naturalmente, algunos se iban, y regresaban un rato después. Estando a la intemperie los que nos quedamos, nos metimos a mi auto porque estaba fría la noche y era más cómodo estar resguardados del cochino aire frío.

Ya dentro, se mos ocurrió la genial idea de fumar sin abrir las ventanas del carro, y a la voz de "¡Arre, se arma, culo si no!", encendimos nuestros respectivos cigarrillos.

Alcanzamos a fumar dos cada quien.

El humo que equivalía al de seis cigarros (eramos tres los que fumabamos) comenzó a provocarnos garganta seca, escozor en los ojos, y mareos. Pero aguantamos hasta el final. Como los machos.

Se acabaron los cigarros y la humareda era inaguantable, nos bajamos entonces del carro - que quedó apestando a humo horas después, siendo que los asientos son de piel y los olores no se pegan en la piel - y seguimos la plática afuera, mientras dábamos grandes bocanadas de aire para sacar todo el pinche humo al que estuvimos expuestos.

En eso, vimos llegar una patrulla, encendio las farolas. Se abre la puerta y se baja un policia moreno, desgarbado y hocicón -veracruzano a todo lo que da-. Se acerca a donde estamos nosotros.

'Buenas noches jóvenes' nos dice.
'Buenas noches' contestamos.
'¿Que haciendo?'
'Ps aquí nada más, pasando el rato, oficial'
'Bien (se acerca a mi carro, lo alumbra con la lámparita de mano) ¿andan tomando jóvenes'
'No oficial, nada de alcohol'
'A ver, ¿traen identificación?
'Si'
'¿Me la permiten?'
'Aqui tiene oficial'
'Bien, a ver ustedes, los que estan fumando, su identificació'
'Acá está ¿todo en orden?'
'Si, esta bien'
'(Deja de revistar mi carro se pasa al de junto) Buenas noches joven, baje porfavor del vehículo, pase por allá, señorita, usted también... coloquese por allá, muy bien.
'(Revisa el carro) Joven, enséñeme el título del carro y el seguro'
'(Saca los papeles) Aquí tiene oficial'
'(Dizque leyendo) Bien, todo bien. Abra porfavor la cajuela'
'(La abre, nada más hay un cajón de bocinas gigante) Abierta'
'Bien. Todo en orden entonces. Que pasen buenas noches'
'Buenas noches, que le vaya'.

El policía sube a su unidad, se da la vuelta y se va a chingar a su madre. Al poco rato, vemos pasar una camper y una patrulla. Sabemos que vienen hacia nosotros. Esperamos un momento. En efecto, vienen hacia nosotros. Se detienen, esta vez no encienden la farola, pero prenden los fanales altos, y nos encandilan. De la camioneta se baja un individuo pelícorto, con bigotito de Mauricio Garcés, portando un chaleco antibalas y un gesto normal, rudo pero cordial. De la patrulla se baja el mismo policia flacucho y prieto de hacía rato. Entonces tiene lugar la misma conversación, esta vez, precedida por el oficial mauricio garcés.

'Buenas noches jóvenes' nos dice.
'Buenas noches' contestamos.
'¿Que haciendo?'
'Ps aquí nada más, pasando el rato, oficial'
'¿Andan pisteando?'
'No, para nada oficial ¿como cree?'
'Entonces no tienen nada que esconder ¿verdad?'
'Pues no'
'Bien... ¿no guardan nada en sus vehículos?'
'No'
'A ver si es cierto'

Y ya, se pone a revisar el carro junto al mío, mientras el otro le daba otro vistazo al mío con su lamparita azul de a tres pesos. Los policías bajaron a los tipos del carro -de nuevo- y lo revisaron de arriba abajo mientras nos sacaban plática (hacían preguntas aparentemente graciosas: Y ustedes jóvenes: ¿Son deportistas, o jaibolistas?, no mamar). No encontrando nada, más que su tiempo perdido. De nuevo, se despiden, y nos dejan en paz.

Una vez se largaron los polecías, continuamos en nuestro pedo, comenzamos a platicar sobre los Simpsons y su infinidad de momentos graciosos (podría hacer un post sobre eso, pero nunca terminaría y que hueva nunca terminar algo), y enmedio de esa platica tan graciosa, llega la hora de irse.

Me subo pues a mi auto y unos camaradas me piden que los deje en su casa, que queda camino a la mía. Con gusto acepto y se trepan.

Circulábamos entonces, continuando la plática de cuando a Homero y a Bart los persiguen unos australianos iracundos porque Bart no se deja patear en el culo con un zapato gigante, y hace un desmadre en la corte y por eso los persiguen, en eso, Marge y Lisa estan en una tienda de souvenirs viendo que comprar cuando Bart pasa corriendo gritando "¡Liiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii-sa!" y Homero va tras él, gritando "¡Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar-ge!".

Buéh. Naturalmente, como en cualquier plática que trate sobre los simpson, íbamos cagados de la risa. En eso, en el carril de regreso, vemos pasar una camper y una patrulla. La vimos todos. Y comenzamos a decir: "Wacha, la chota, a ver si no nos para", "Nah, no creo", "¿Viene tras de ti guey?", "Neh guey", "Puta, ya prendio las luces", "Si, si es a mi", "Párate guey párate", 'Ya cabrón calmado, ya me paré"

Me detengo a un lado de la calle. De la camioneta se baja conocido oficial con bigotito de mauricio garcés, y de la patrulla se baja... ¿Adivinen quien? -¿"El oficial ñango y prieto?" -Ay guey, ¿que comen que adivinan? Pfff, no mamar.

Estamos pues dentro de mi carro, llega el oficial garcés y nos dice:

'Buenas noches jóvenes'
'Buenas noches'
'¿Pa' donde van?'
'A la casa, ya es tade'
'A ver, bájen del vehículo por favor'
'Okey'

Ya, nos bajamos. El oficial veracruchango nos pidio de mala manera que nos pusieramos alrededor de la cajuela del carro, y que sacáramos todas nuestras pertenencias. Yo me quedé cerca de las ventanas del carro, de manera que pudiera ver que tanto hacia el oficial garcés, no me fuera a plantar algo el pendejo y nos vamos todos a la verga.

El oficial veracruchango me vio que estaba cerca de las ventanas viendo que tanto hacia el oficial garces y me dijo mamonamente que me quitara de ahi, lo tire a león cortés, pero cabronamente. Me valía mucha madre lo que tuviera que decir, aún así, nunca le falte al respeto.

Y ahi nos tenían: perdiendo el tiempo olímpicamente, con las manos sobre la cajuela, nuestras pertenencias afuera, haciendo un show para el tráfico, pero eso sí: sin perder jamás el buen humor, pues mientras los dos policías "hacían su trabajo", nosotros continuábamos platicando sobre los simpson, con el estómago jodido por reírnos tanto de lo de "¡Liiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii-sa!" y "¡Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar-ge", juro que se me marcó el abdomen de estar riéndome tanto tiempo.

Como sea, los policías nos escuchaban reírse y, disgustados, nos dijeron que nos callaramos, ja, pobrecillos, ellos todos serios buscando drogas y alcohol en el carro, registrando nuestras pertenencias, cateandonos (el veracruchango me manoseó mal pedo, ya hasta le iba a decir con voz de puto: "Ayyyy oficial, ahí no me toque por que capaz que me gusta y luego que hacemosssss", pero decidí que no era conveniente), haciéndonos perder el tiempo (suyo y nuesto, más el nuestro), para al final de cuentas no encontrar nada, y consecuentemente, no poder sacarnos una buena feria para la soda y la mensualidad del cable... snif. El que nada debe nada teme, no saben cuanto lo siento, vayan de puntitas a chingar a su madre..

Terminaron su ridícula escenita de: "Fuerza Policiaca, para proteger y servir" se subieron a sus respectivas unidades, y nos dejaron, por fin, en santa paz para largarnos a nuestros hogares con nuestras familias.

Dejamos pues al primero de mis compas en su casa, y manejamos rumbo a casa de otro, dimos vuelta a la derecha, y en el carril de regreso... ¡Otra camper! ¡No mamar!

Y de nuevo: "¡No mamar! ¡Otra!", "Jajajaa, simooon", "A ver si no se da vuelta guey", "No creo", "Ya se dio vuelta", "No nos para", "Ja, no creo", "Pfff ¿cuanto apuestas que si nos detiene?", "Nada, ahi viene ya", "Da vuelta aquí guey aca es mi casa", "Arres", "Ya nos ta persiguiendo", "Ya ví", "Ya nos pitó guey", "Ya oí cabron ya apagué el carro"...

De la unidad se bajan un cabron, chaparro, calvo, prieto y gordo, como un tinaco rotoplas reforzado, y una mujer-policía que se veía de armas tomar, y que además, yo ya conocía de una ocasión anterior donde nos querían llevar a la delegación por tomar bebidas alcoholicas en la vía pública, siendo que todo lo que me bebí ese día fue agua.

'Buenas noches jóvenes'
'Buenas noches oficial'
'¿De donde vienen?'
'De dejar a un amigo'
'¿A donde van?'
'A dejarlo a él *señalando al guey*, allá vive *señalando la casa*'
'Ahhh'
'Si'
'¿Y no traen nada?
'Eh... no'
'¿Que edad tiene usted?'
'Veinte años ¿usted?'
'¿Por donde vive?'
'Por bablablaa'
'Ah... ¿y que hace hasta acá?
'Je, ps vine con mis amigos, además, ni está tan lejos'
'Bajense pues del vehículo, apaguen sus cigarros'

Ya, apagamos los cigarros, nos bajamos, y lo mismo, ponernos en el carro, sacar las pertenencias, contestar preguntas, ver como revisan el carro, contestar más preguntas, aguantarnos el humor pendejo ("-Joven ¿fuma faros?" -Sí -¿Por qué? -Por que me gustan a mi y a mi cartera -Ah ¿y estudia? -Sí -¿onde? -En IADA -¿onde es eso? -Por bablabla -Ah no, quien sabe..." Seeeh, lo mismo, mientras la mujer revisaba mi carro, el tipo preguntaba y hablaban en clave... "-¿Un 63? -Cinco, pareja -19 -¿18? -Cinco, cinco pareja". Neta me hubiera gustado saber que tantas pendejadas decían... total, que nos dejaron ir, ahí aproveche y le dije a la mujer-policía que yo la conocía.

'No no te me haces conocido'
'Buuu, ya se le olvidó, fue una vez en la calle ombligo peludo, ¡nos revisaron y encontraron unas caguamas! ¡ya nos iban a subir!
'Ah, es cierto, ya recuerdo, ¿el del bote de agua?
'El mismo'
'Jajaja, si sí, ya te ubiqué, bueno, ya vayanse pues'
'Si, un gusto saludarla (pinche barbero mentiroso)'


Ya, dejamos pues a mi compa, fui a dejar al último. Lo dejé sin ningún contratiempo, y enfilé hacia mi humilde pero acogerdor hogar. Iba manejando muy agusto, escuchando musica. Di vuelta a la izquierda en la avenida, y luego a la derecha en mi calle, atrás de mí venía OTRA camper (¡¡Pero pero!! ¿¡Quiere más!?) y me siguió unos metros, en lo que se decidia yo creo en si pararme o no; seguí manejando, y casi llegando a mi fraccionamiento, prendieron de golpe las farolas y la sirena y me pitaron.

Pero yo ya estaba dando la vuelta en mi fraccionamiento, me abrio la puerta el guardia y me cruze justo a tiempo. Sobra decir que los policías no entran a los fraccionamientos privados a menos que los llamen, lo cual es nunca. Osea que una quinta revisión vehícular pasó a chingar a su madre.

Llegué a mi casa, casi vomitándome de la risa, hace media hora.

¿Pero saben lo que es mas curioso del asunto?

Que según la Carta Magna de nuestro país, los policías no pueden revisar tu carro, tu casa o tu persona, sin tener un permiso expreso, escrito y firmado por un juez pertinente; estos oficiales no lo tenían, y si lo tenían, no lo presentaron. Viva México.

La verdad no me molesta que hayan desperdiciado mi tiempo de manera tan miserable, de hecho, lejos de causarme molesta o malestar, me causa risa. Además, me dió algo que contar y escribir, ya lo dije: el que nada debe, nada teme. Sin embargo, me quedan algunas interrogantes:

Los mismos dos oficiales catearon mi carro tres veces en menos de tres horas:

¿Nos vieron cara de ebrios?

¿Tenian la memoria a corto plazo extremadamente jodida?

¿No tenian nada que mejor hacer los oficiales?

¿Eran jotos los policías y querían pedo?

¿Querían platicar con nosotros pero les daba penita?

¿Es Javier Alatorre puto?

¿Todas las anteriores?

La respuesta, es un misterio del universo.


Chido, me largo a dormir.
« Home | Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »
| Next »