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Neomierda.

Cero credibilidad.

Sobre vacas flacas y espigas raquíticas.


En la Bíblia(Mr.) cuentan la historia de José 'El soñador'. Ese que fue vendido, terminó en la carcel y ahi se hizo un nombre por interpretar los sueños ajenos. Lo cual lo llevó a palacio a interpretar los sueños de su Alteza, el Faraón.

En uno de sus sueños, el Rey-Dios vió a siete vacas gordas emerger del rio Nilo, y detrás de ellas, a siete vacas flacas, acto seguido las vacas flacas se comieron a las vacas gordas, soño también el soberano, siete espigas granadas y buenas que salían de un mismo tallo, pero inmediatemente crecían tras ellas otras espigas raquíticas y quemadas por el viento, las cuales asfixiaban a las buenas.

José interpretó el sueño de su alteza: Las siete vacas gordas y las siete espigas granadas eran siete años de abundancia. Las vacas flacas y las espigas raquíticas eran años de hambruna...

Y así va, más o menos, la historia según yo.

Muy bonito, muy bíblico el asunto, pero ¿para que? A eso voy.

Este asunto de José solo lo puse por las vacas flacas. Pues hoy, he caído en la cuenta: Estoy en mis tiempos de vacas flacas. Vacas raquíticas, horribles, desahuciadas, un costillar solamente.

Estoy en tiempos de sequía, de hambruna y aflicción. Se me ha ocurrido lanzar esta diatriba no a manera de queja -pues no hay nada que hacer o de que quejarse, pues lo que es, es y se chingó- Si no como una forma -ridícula- de concientizarme de este hecho. Como si verlo escrito me hiciera darme cuenta de ello, como un recordatorio o una especie de efeméride retorcida.

Pues es hoy, 20 de Febrero de 2005, cuando pude constatar, por fin, que la mierda ha sido lanzada al abanico y me ha embarrado completamente, me ha embadurnado, me ha llenado hasta el cuello, no hay tos.

Estoy conciente de que este post suena muy cabrón a azotaje. Lo sé. Pero no me importa, por que, ultimadamente, es mi puto blog, y se chingan. Si no les gusta, no lo lean, y ya.

Siempre he creído que existe el Karma, que lo que hagas -bueno o malo- se te regresa por mantener el equilibrio de las cosas, de mi vida, en este caso. Es por eso que trato de no joder a las personas, pues no quiero que la jodidez venga y me tire de donde esté. Por tanto, vivo mi vida con la premisa de no joder para que no me jodan, aunque, para ser honestos, me he salido algunas veces de ése parámetro -que yo mismo me planteé- y he hecho lo que se me ha dado la gana. Y ha tenido sus concecuencias, las cuales llegaron con alas rápidas a mi. Me impresiona como las cosas malas llegan en un parpadeo, en un latido, llegan como centellas, te joden y no sabes ni que te golpeó. Mientras las cosas buenas tardan muchísimo en llegar, paso a paso, lentas, lentísimas pero llegan al fin. Así sucede siempre.

Pero tengo la confianza que todo volverá a su balance inicial (y justo), podré volver a sonreir en breve, por que todos mis planes se harán realidad; la escuela perderá su horrible velo de aburrimiento y desesperación que se encarga de abrumarme y cansarme terriblemente; por que el Atlas se parezca al equipo del que me enamoré a finales de la década pasada, cuando siendo un tipo sin equipo ni colores, aparecieron los zorros de Lavolpe y apartir de ese momento, el rojo y el negro se tatuaron en mi corazón. Que los Titanes de Tennessee vuelvan a ser aquél equipo avasallador, que en su temporada debut llegó al superbowl más emocionante y emotivo jamás vivido, y que se quedó a una yarda de extenderlo...

Se que se puede superar la sequía, pues equipos como Boston (mi equipo de beisbol favorito desde siempre, en gran parte por que son anti-yankees, la mierda del baseball.)que estaban condenados a vivir como criaturas ante la paternidad de los yankees, vinieron de atrás y metieron vergas a diestra y siniestra. Para ser campeones.

Los deportes son un ejemplo solamente, pues es lo primero en lo que pude pensar, pues todos los equipos que merecen mi fidelidad están para el arraste y para llorar. Son vacas flacas también.

Estoy completamente conciente de estas temporadas de sequía, son ciclos que terminarán, y paulatinamente, vendrán tiempos mejores.

Debo lidiar con vacas flacas y granos quemados por el viento del Este. Pero no por mucho -al menos eso espero-, es una garantía que se sale de éstas situaciones, y, garantizado también, es que se ponen horribles e inmanejables justo cuando ya van a terminar...

Me la va a pelar, Bog willing.

En fin... Pinche post mamón. Pfff

Victa iacet Virtus
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