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Neomierda.

Cero credibilidad.

Los hilos en los dedos.


Soy una de las personas para las cuales se inventaron el boton de repeat en el CD Player y los videos para comprar. Puedo escuchar una canción cien veces seguidas y no me harto, y puedo ver una pelicula 38 veces, y tampoco me canso de ella. Mucha tolerancia al fastidio, a lo mismo.

De las películas, -o más bien, tres de las películas- que no me harto de ver, son la trilogía del padrino. Confieso que antes de entrar en contacto con ella, no tenía la más puta idea de lo que se trataba y no me interesaba en lo más mínimo. Hasta que un buen día, en la preparatoria, nos asignaron leer una novela para una de las materias.

Obviamente, era un libro que no hayas leido antes, y todos los mios, por lógica, ya los había leído y no tenía chiste. Entonces fui a la biblioteca escolar a buscarme cualquier libro para leer. Nunca me gustó leer ahuevo. De hecho, nunca me ha gustado hacer las cosas ahuevo, nunca salen bien.

Busqué en los estantes y me topé con un libro que tenia a Marlon Brando en la portada. Brando se veía muy elegante, trajeado y peinado hacia atrás, tenía un gato gris con rayas negras en los brazos y tenía los ojos cerrados. Bien pinche solemne el tipo. El título del libro era "El Padrino" y el autor era Mario Puzo. Me lo llevé por la pura portada.

Tenía una idea de lo que trataba, por que había escuchado algo sobre las películas, trataba de la mafia, la familia, el honor y los negocios. De todas formas tardé mucho tiempo para empezar a leerlo. Simplemente no me daban ganas, leer a fuerzas no se me da.

La fecha de entrega se acercaba, y un Domingo comenzé el libro. Era una novela descriptiva que plasmaba los personajes y las sencaciones una por una, un libro extremadamente lento, (igual a la película). Pero una vez que pasé el principio, el libro me agarró por el cuello y no me soltó hasta que lo terminé.

Fue una experiencia maravillosa, a falta de una mejor palabra. Imaginaba a los personajes como miembros de mi familia o amigos, y la casa donde habitaba la familia, como una casa gigante que llegué a visitar en los tiempos en los que vivía en el Distrito Federal.

Cuando llegó a su final, como tantas cosas en la vida, me entristecí; pero eso no quería decir nada, que cualquier día no pudiera releer el libro, pues esa es la maravilla de lo escrito: La atemporalidad. El que siempre que vuelves, las cosas están como las dejaste.

Terminando el libro, me dió curiosidad la película, ver cuales miembros de mi familia eran hechos por cuales actores y como eran las casas, restaurantes, situaciones, paisajes y formas en la película, y en que diferían de mi imaginación.

Entonces renté la película y me traumé; la vi una segunda vez, y me traume más, y así por tercera, cuarta y la quinta vez. Hasta que la devolví y renté la segunda parte: lo mismo. Después la tercera parte y también. Una maravilla, una de las pocas películas perfectamente bien hechas, actuadas, y que por inaudito que sea, te enseñan algo. Mi trauma llegó a tal grado, que tengo la primera pelicula en VHS. Pirata. La grabé vilmente del cable a finales del año pasado, y la veo de vez en cuando.

Ayer tuve la oportunidad de ver la trilogía, solamente alcanzé a ver la primera y la segunda parte. Y mi impresión sigue intacta, sigo descubriendo cosas cada vez que la veo. Veo lo mismo, pero desde otro punto de vista, me encanta.

Esas películas dejan enseñanzas sobre la familia, la amistad, la enemistad, el comportamiento de uno mismo, la ecuanimidad, el honor, la traición, la venganza, la tristeza, el amor, la culpa, la hipocresía, la sensibilidad al entorno, por decir lo primero que viene a mi mente.

Da también sabios consejos, por ejemplo: no siempre decir lo que piensas o no todo lo que piensas; no odiar a tus enemigos, pues afecta el juicio; la familia como pilar y aliada ante todo; tener a los amigos cerca, pero a los enemigos més cerca; nunca subestimar a nadie; siempre estar pendiente de todo y de todos y jamás ser descuidado, nunca... etcétera etcétera.

Ya sé, después de leer todo esto van a decir algo como: "No me chingues Daniel, es película no seas meco", "Es Hollywood, de eso se trata", "¿No te das cuenta que a los que tanto admiras son criminales mal nacidos?", "La Mafia no es buena", "Guey, estoy bien pendejo y no entiendo lo que tratas de explicar", "No mames, soy maricón y me encantan los hombres trozudos y peludotes" o cosas parecidas. Ya los oigo.

Si dicen eso, una de dos: O no las han visto, o las vieron y no le entendieron. En ambos casos no es mi pedo que hayan perdido su valioso tiempo leyendo este mamotreto sin haber visto nada o saber nada, pero albricias, este es un post libre de spoilers, y gracias a esta condición, es mi obligación y responsabilidad, motivarlos a que vean semejante obra de arte.

Como sea, mucho choro, ya estuvo.
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