Especie en Peligro.
No, no estoy haciéndole promoción al blog de Christian, él puede solito.
Este es el título que se me ocurrió para lo que esta sucediendo en este momento en mi vida...
*Pausa dramática mordiéndose los nudillos*
El problema es el siguiente:
En el mini súper de mi confianza (léase: el más cercano sin tener que internarme en avenidas y esas cosas), vendían mi marca de cigarros preferida en este momento: Pacífico. Digo vendían, por que tienen alrededor de tres semanas sin hacerlo.
En lo que les llegaban, he estado comprando Montana (que fueron los primeros cigarros que fumé, y que no me gustaban hasta que a fuerza de andarlos probando gracias a que Christian los fuma y que no son Camel, me han comenzado a gustar), y no me molesta hacerlo, aunque sean más caros.
Como dije, he estado esperando que les lleguen los cigarros por que son el único lugar cercano a mi casa donde los venden. El otro lugar que conozco es una tienda de abarrotes cerca del centro, en la calle Perú, a la cual voy cada miércoles a comprar agua o refresco o cualquier pendejada en lo que mi señor abuelo sale de su terapia de cámara hiperbárica de oxígeno (como futbolista).
De hecho, este miércoles compré tres cajetillas de pacífico ahí en esa tienda, pretendiendo, tontamente, que me duraran una semana (miércoles siguiente) o hasta que vendieran pacífico otra vez en el mini súper cerca de mi cantón (que es el de ustedes), o se congelara el infierno. Lo primero que sucediera.
Huelga decir que las tres miserables cajetillas me duraron hasta ayer en la noche.
De la misma manera, debo decir que estos dos lugares son los únicos que conozco donde venden mi marca de cigarros. No conozco ningún otro y son los dos proveedores a los que acudo cada vez que mi falta de taquitos de cáncer me lo ordena. Continúo:
Había pasado todo el día de hoy sin fumar. Me levanté tardísimo, ni me bañe y nada más me vestí para largarme con mi abuelo a zamparme unas ricas hamburguesas, luego regresé a mi casa a dormir de nuevo, luego ver televisión y después quedarme en la pendeja hasta que me llegara la hora de dormir. Pero algo faltaba: fumar.
Entonces, me vi obligado a romper el delicado balance de mi día, subir al carro, y hacer una parada estratégica en el mini súper a ver si de chiripa ya tenían los cigarros. Inútil fue mi esfuerzo. Al verme entrar, el dependiente me vio con cara de médico que va a dar malas noticias, y como si fuera yo un paciente desahuciado con cáncer solamente me dijo: "No joven, lo siento, pero su marca de cigarros ya no la maneja el proveedor, entonces ya no la vamos a vender." Horror de horrores.
Todo se derrumbó dentro de mí. Pero permanecí ecuánime y solamente le pedí que me diera unos Montana (snif) y salí del establecimiento, entré a mi automóvil y lloré amargamente. Ay, la agonía de existir.
Es por eso, que apelo a todo aquél que lea esta página y viva en Juárez a que me diga de un lugar donde vendan cigarros pacífico, que no sea el Superuco (mi supercito) y la tienda de abarrotes que está localizada en la calle Perú, esquina con José Borunda en el centro de la ciudad. Se los voy a agradecer.
De antemano gracias.
Chida!
Este es el título que se me ocurrió para lo que esta sucediendo en este momento en mi vida...
*Pausa dramática mordiéndose los nudillos*
El problema es el siguiente:
En el mini súper de mi confianza (léase: el más cercano sin tener que internarme en avenidas y esas cosas), vendían mi marca de cigarros preferida en este momento: Pacífico. Digo vendían, por que tienen alrededor de tres semanas sin hacerlo.
En lo que les llegaban, he estado comprando Montana (que fueron los primeros cigarros que fumé, y que no me gustaban hasta que a fuerza de andarlos probando gracias a que Christian los fuma y que no son Camel, me han comenzado a gustar), y no me molesta hacerlo, aunque sean más caros.
Como dije, he estado esperando que les lleguen los cigarros por que son el único lugar cercano a mi casa donde los venden. El otro lugar que conozco es una tienda de abarrotes cerca del centro, en la calle Perú, a la cual voy cada miércoles a comprar agua o refresco o cualquier pendejada en lo que mi señor abuelo sale de su terapia de cámara hiperbárica de oxígeno (como futbolista).
De hecho, este miércoles compré tres cajetillas de pacífico ahí en esa tienda, pretendiendo, tontamente, que me duraran una semana (miércoles siguiente) o hasta que vendieran pacífico otra vez en el mini súper cerca de mi cantón (que es el de ustedes), o se congelara el infierno. Lo primero que sucediera.
Huelga decir que las tres miserables cajetillas me duraron hasta ayer en la noche.
De la misma manera, debo decir que estos dos lugares son los únicos que conozco donde venden mi marca de cigarros. No conozco ningún otro y son los dos proveedores a los que acudo cada vez que mi falta de taquitos de cáncer me lo ordena. Continúo:
Había pasado todo el día de hoy sin fumar. Me levanté tardísimo, ni me bañe y nada más me vestí para largarme con mi abuelo a zamparme unas ricas hamburguesas, luego regresé a mi casa a dormir de nuevo, luego ver televisión y después quedarme en la pendeja hasta que me llegara la hora de dormir. Pero algo faltaba: fumar.
Entonces, me vi obligado a romper el delicado balance de mi día, subir al carro, y hacer una parada estratégica en el mini súper a ver si de chiripa ya tenían los cigarros. Inútil fue mi esfuerzo. Al verme entrar, el dependiente me vio con cara de médico que va a dar malas noticias, y como si fuera yo un paciente desahuciado con cáncer solamente me dijo: "No joven, lo siento, pero su marca de cigarros ya no la maneja el proveedor, entonces ya no la vamos a vender." Horror de horrores.
Todo se derrumbó dentro de mí. Pero permanecí ecuánime y solamente le pedí que me diera unos Montana (snif) y salí del establecimiento, entré a mi automóvil y lloré amargamente. Ay, la agonía de existir.
Es por eso, que apelo a todo aquél que lea esta página y viva en Juárez a que me diga de un lugar donde vendan cigarros pacífico, que no sea el Superuco (mi supercito) y la tienda de abarrotes que está localizada en la calle Perú, esquina con José Borunda en el centro de la ciudad. Se los voy a agradecer.
De antemano gracias.
Chida!