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Neomierda.

Cero credibilidad.

Domingo Familiar

lunes, mayo 29, 2006
Siempre he querido poner alguna clase de "sección" en este blog, y no sabía por donde empezar. Pero creo que ya tengo mas o menos una idea de lo que puede ser.

De ahora en más (y cuando me acuerde, snif) pondré cachitos de episodios de Family Guy los domingos. Estará bonito y gracioso. Hasta que me harte o -dios nos ampare-, ya no haya videos en YouTube sobre Family Guy para poner.

Pero no nos adelantemos: esto epenas comienza. Así que aquí les va el primero. Es un video ochenterote, de la rola de A-HA "Take on me". Se lo quise mostrar al Bubz y a Dulce, pero no salió. Ya lo encontré, aquí tienen, disfrutenlo con leche.



Chida!

Discapacidad demoledora

lunes, mayo 22, 2006
Me considero una persona introspectiva de alto calibre que reflexiona mucho; esa es la verdad. Algunas veces pienso por mi mismo, otras veces simplemente no pienso, nada más divago.

Hace unos días me encontraba en ese plan: reflexionaba en mi tiempo libre en la escuela; pensaba en pendejadas de alta alcurnia como: "¿Como le hacen para llenar las latas de soda sin que se salga la espuma, y luego, como las cierran?, ¿Como es posible que exista una especie tan deleznable, tan podrida en la humanidad, como lo son los parqueros de 20 varos, ¿Que sabe mejor, la Coca o la Pepsi?" y otras cuestiones más que francamente me da hueva discutir acá.

Entonces, en ese preciso momento y en medio de mis profundísimas cavilaciones, pasó por donde me encontraba sentado un muchacho ciego, chocaba su bastón contra el suelo para saber que no había obstaculo alguno y caminaba a madres para llegar a algún lugar ¿cual? Quién sabe.

Aquello dió pie a otra nueva camada de pensamientos. Comenzé a divagar sobre las distintas reacciones que tenemos las personas cuando vemos a alguien con alguna clase de discapacidad, como la ceguera de aquel fulano.

Algunas personas no pasan de sentirse apenados por ellos, pues consideran su discapacidad como una carga importante para vivir su vida al máximo; otras, piensan que es admirable el esfuerzo que hacen a pesar de su condición, y alguna más, -las menos-, no pasa de que les valga cinco kilos de verga.

Mi caso en particular, es distinto. Yo conozco a una persona con discapacidad y me impresiona de sobremanera, de hecho, me hice compa de él.

El tipo del que hablo se llama Enrique y lava los carros aquí en mi colonia. Es un tipo trabajador, jovial, platicador, honesto, íntegro y sobretodo, una buena persona. Además es manco, le falta el brazo izquierdo.

Ahora, no sé si perder un brazo califique como una discapacidad 'per se', que te permita estacionarte en los lugares reservados en el cine, los supermercados o los centros comerciales; como lo es obviamente ser paralítico, autista o mogólico; sin embargo, todos estamos de acuerdo en que la falta de un brazo es algo importante. Pero ese no es el chiste de esto.

Enrique perdió el brazo -según me contó- cuando trabaja en Pemex. Estaba haciendo unos jales en una plataforma en altamar, acomodando unos tubos: la máquina transportadora dejaba en un lado los tubos y, de uno por uno, iban colocándolos de manera que otra máquina los subiera a otro nivel.

No sé que estuvieran construyendo, remendando, o por qué razón estaban acomodando esos mentados tubos. Tampoco me lo dijo. Me contó que él estaba al final de ésta 'línea de acomodamiento de tubos' y los colocaba en su lugar. Apilados muy bonitos, listos para su uso.

Entonces, la máquina que subía los tubos al nivel superior comenzó a fallar al tomar la tanda en turno: los soltó, y Enrique, que estaba abajo reaccionó demasiado tarde. Paf, le cayeron los tubos encima del brazo izquierdo, que, sobra decir, quedó como chicle de fresa masticado.

Lo metieron a un hospital del seguro, una vez que se repuso, le dieron una indemnización miserable y lo despidieron pues ya no podía cumplir su trabajo satsfactoriamente por obvias razones. Que jodidos la neta. En Pemex son unas putas, pero pues no solo pasa ahí. Putas hay en todas partes.

Enrique entonces tomó el dinero de su indemnización, agarró sus cosas y se vino a vivir a esta gran ciudad furiosa y pujante, donde corren rios de leche y miel, donde los parias de otros estados encuentran refugio, hospitalidad y calor, donde hay hartas oportunidades deser alguien y que por lo mismo, se aturra de gente del sur a una velocidad pasmosa.

Se puso a lavar carros y hacer trabajillos por aquí y por allá. Así saca para vivir decorosamente y es feliz; dice que si le falta el brazo es por algo. Alguna razón tuvo que haber, algún plan debe tener Dios para el, puesto que los tubos, en lugar de matarlo y dejarlo como pizza, sólo se llevaron su brazo.

Y sí, eso es lindo, pero no lo admiro por eso, o por su discapacidad... lo admiro por que una vez, mientras estaba fuera de mi casa, lo vi casualmente en el momento que dos tipos malencarados lo amedrentaron a punta de navaja con la intención de quitarle sus pocas poseciones; pero no se dejó, puso su cubeta en el piso, y con su único brazo ¡SE TRENZÓ A PUTAZOS con los otros dos! ¡¡¡Harcor!!! Al primero le conectó un chingazo quiebra-huesos en la cara y lo sentó, al otro, finta de golpe al estómago, amague de patada en los huevos y ¡TOMA! ¡upper-cut a la quijada! Suelo los dos pendejos, que cayeron como moscas ante la tozuda humanidad de Enrique y la fuerza demoledora que es SU UNICO BRAZO.

Cuando vi esto, quedé patitieso de la impresión, pero pude rehacerme a tiempo, y llegué corriendo a ver si necesitaba algo, lo que fuera, un cigarro, algo para limpiarse la sangre de sus enemigos o una felicitación ya de jodido.

En efecto, me pidió que le diera un aventón al minisuper más cercano y lo llevé. Bajó, bajé con el, llegó al mostrador donde la tipa que atendía lo vió impresionada. Entonces, de su mochila sacó dos envases de caguama carta blanca y se los entregó.

De inmediato la mujerzuela le cobró, tomó el ticket, crepitó a las hieleras, sacó dos caguamas heladas de ahí, y se las entregó. Ante mi mirada de asombro, me dió una de las caguas y me dijo que me la bebiera, que era en agradecimiento del aventón y por preocuparme por su adusta persona después del altercado.

No podía cerrar mi boca, pues tenía las mandíbulas trabadas de asombro. Asombro por aquél espectáculo digno de una película de Charles Bronson minutos antes, y por el hecho de que me picharon una caguama por darle aventón a un bato que me cae al pedo.

Me dió las gracias de aquella manera tan elocuente y se marchó. Lo vi salir con caguama en mano del establecimiento, sacarla, tomarla con su manota, ABRIRLA CON LOS DIENTES, escupir la corcholata y beberse la mitad del contenido ¡DE HIDALGO! ¡NO MAMAR!.

Dió su trago gigante y vi su cara de placer refrescante, inmediatamente después puso la botella en el suelo, se colgó el balde en el codo y tomó su caguama de nuevo. Con otro trago violento se la terminó, y guardó el envase en su mochila, como un guerrero guarda su espada después de la batalla.

De inmediato volteó hacia mí y me dijo que le cuidara su envase por que nada más tenía dos. Asentí pendejamente. Cruzó la banqueta y agarró la ruta como si nada hubiera sucedido. Yo, por mi parte, quedé ahí como plasta, anonadado. Ese individuo se acababa de ganar mi respeto eternamente, pues si partirle la madre a dos pendejos que le querían quitar sus cosas CON UN BRAZO; beberse de dos tragos una caguama bien fría sin que le doliera la cabeza, picharme otra a mí, tenerme la suficiente confianza como para dejarme encargado su envase, no es digno de respeto y de una estatua en la plaza mayor, no se que lo amerite.

Impresionado, subí a mi carro, llegué a mi casa y abrí mi bebida, helada y refrescante, me cayó de perlas con el pinche calorón culero que hace ahora. Y me quedé pensando, por un instante ínfimo:

-¿Que hubiera sido de aquellos dos imbéciles si Enrique hubiera tenido ambos brazos? Capaz que no la cuentan... capáaaaz

Me cae rete bien ese cabrón. Buena gente.

A pesar del tiempo y la distancia.

jueves, mayo 11, 2006
Anoche me acosté a las cuatro am terminando un rechingado trabajo para una puta materia que me caga, cuya evolución es engorrosa, cansada, y horrible, además para acabarla de joder gozo de toda la animadversió de la maestra no se porque; luego entonces, tengo que hacer un trabajo perfecto, para sacar una calificación igual, y darle en la madre a la profesora que simplemente esta buscando un error, un resbalon, una pifia por mínima que sea, para hundirme en la mierda. En pocas palabras: la mujer de marras quiere reprobarme a huevo por que le caigo mal. Que raro.

Bueno, el pedo esque como tiene que ser perfecto el trabajo, invierto mucho tiempo y energía en el; tiempo de sueño y energía que puedo descargar de cualquier otra manera, es por eso que anoche, por primera vez en mucho, pero mucho tiempo, me fui a acostar a las cuatro de la mañana para pararme a las seis. Pero eso no es el punto.

El punto es el pequeño sueño que tuve: Estaba en mi casa. Después, mágicamente, fui teletransportado a la Ciudad de México. Estaba con mi sacrosanta madre, mi hermana, mi abuelo, mi perra nina, y un gato gris con rastas, dentro de auto amplio. El coche estaba estacionado justo enfrente del portón de una casa, que era la de mi padre.

Bajamos, tocamos y el portón se abrió de par en par, como si nos estuvieran esperando. Entramos con todo y carro, nos bajamos, y dentro nos esperaban mis tíos del lado de mi padre y mis primos, a los cuales, sobra decir, no veo hace más o menos, unos 7 años.

Nos recibieron con beneplácito, nos invitaron a pasar a su casa, se sentó mi familia, nina se quedó jugando en el amplio jardín de la casa de mi padre, el gato rastafari se subió al naranjo y poco tiempo después, dormía a pierna suelta. Yo veía todo esto desde la ventana de la sala; mi familia continuaba sentada en la sala. Mis tíos conversaban con ellos. Estabamos esperando que mi padre se presentara.

Horas pasaron, o minutos, no lo sé de cierto. Pero depronto, mi padre se presentó. Estaba identico a como lo recuerdo, a cuando lo ví por última vez, con el cabello peinado hacia atrás, con la barba tupida como irlandés; y canosa, poniendo de manifiesto la marca dejada por el tiempo en sus rasgos.

Vi sus manos, esas manos menudas y secas que tanto dolor le han traído a sus pacientes por los gajes de su profesión. No puedo evitar recordar aquella tarde, cuando jugando al tanteo junto con mi madre, y casi prediciendo el futuro, se lanzaron sobre mis pobres dientes y me quitaron ocho de ellos, en aras de que en futuro tuviera una hermosa dentadura... que modestia aparte, ahora tengo.

Lo miré de arriba abajo: ataviado con una camisa a cuadros, un pantalón de pana que le quedaba holgado, zapatos negros y gastados, y su eterna cámara manual al cuello, caigo en la cuenta de que es imposible para mí imaginarlo sin su cámara, no es él mismo sin ese deseo de querer conservar el momento para la posteridad...

Vi por último sus ojos. Escondidos tras los armazones dorados de sus gafas, los veo y pienso en mis propios ojos, en la miopía que me aqueja, en el astigmatismo recalcitrante, en esas dioptrías que me fueron negadas por la carga genética del hombre frente a mí, de el la tuve, y no me molesta. Me vi reflejado en sus ojos, donde pude ver alegría, ansia y a la vez tranquilidad.

Se acercó y me abrazó. Recibí ese abrazo, y lo regresé con cuidado de no apretar de más, pues mi progenitor es mucho más pequeño y menudo que yo. El sí me apretó, me dió unas palmadas en la espalda y me dijo: "Que gusto verte, hijo". Hijo. Hacía mucho tiempo que no escuchaba esa palabra dicha de esa forma, en ese tono, con ese talante, vaya, como el de un padre a su hijo, que es lo que somos a pesar del tiempo y la distancia.

Ese 'hijo' me lo dijo en un tono de voz quedo, casi derrotado. Como si se hubiera perdido algun evento importante, y de inmediato supe cual fue: verme crecer. No pude más que sonreír, y decirle "También me da gusto verte papá". Papá. Otra palabra que no estoy acostumbrado a dirigirle a nadie más que a mis amigos cuando estamos vacilando, o los trato de convencer de algo. Se siente raro decirlo de esta forma, sin la guasa, sin la jiribilla, sin acompañarla, por ejemplo, de un "no seas puto guey" o algo así por el estilo.

Comenzamos a conversar. Sobre mi y mi vida acá, mi educación, la familia, mis amistades y la novia que no he buscado. Y sobre él, su enfermedad, su vida, su consultorio y su vicio por leer cualquier cosa que le caiga en las manos. Creo que de ahí me viene la avidez para la lectura, de él se me pegó.

Fue entonces cuando mi familia se levantó, y mis familiares se pusieron en marcha. Nos mostraron la casa, que se veía distinta, nos prepararon algo de comer y nos sentamos a degustarlo. Poco tiempo después terminamos y vi a mi padre con maletas en mano, asentir con la cabeza, y ver salía de la casa, hacia el jardín. Lo seguimos todos.

Fue entonces cuando escuché a mi tía despedirse de mi padre, su hermano, deseándole suerte en su viaje. Cuando escuché esto, fui a interrumpir la despedida. Le pregunté a donde pensaba irse y fue cuando mi madre dijo: "Se va con nosotros Daniel, va a vivir en Juarez el tiempo que le resta de vida". Me impresioné con la noticia, no tanto porque fuera el último en enterarme, sino porque me incomodaba el hecho de que mi padre dejara su familia, su consulta, su vida y todo cuanto tenía, para partir a una ciudad donde lo único que tendría es a un hijo que ya no puede criar.

También me incomodó el hecho de que hasta ahora quisiera hacer todo ello. No sabía como reaccionar; por un lado estaba feliz de porfin tener a mi jefe a mi lado, cerca, como cuando tenía siete años y lo veía cada Domingo después de ir a la iglesia, pero por otro estaba desconcertado, y hasta cierto punto molesto; ya era demasiado tarde para cualquier cosa en esta relación, ya no había mucho por hacer por ella, son muchas cosas las irrecuperables, mucho tiempo el que se perdió.

Pero al ver la decision con la cual mi padre subió las maletas y monto el coche, todo se me olvidó, no pude más que sonreír y aceptar de buena gana que nos acompañara.

Arrancamos y enfilamos al aeropuerto. Conversabamos en el camino sobre los cuidados que había que tener para con él por su enfermedad, sobre lo que podía comer, lo que no, en que iba a trabajar y otras cosas más mundanas. Cuando empezó a sonar una sirena. No sabíamos de donde venía el sonido. Primero era un sonido sordo, como si viniera de abajo del agua, luego se empezó a hacer mas claro, y a escucharse más cerca.

El sonido se acercaba cada vez más, a una velocidad pasmosa. Nina ladraba como loca, desesperada por que no sabía de donde venía el sonido, el gato rastafari estaba tenso por los ladridos de nina y se erizó todo, mi hermana estaba gritando como posesa porque el sonido era ya ensordesedor, mi madre se tapaba los oidos y mi abuelo no decía nada y mi padre tampoco.

El sonido de la sirena era cada vez más fuerte.

Entonces llegamos a un semáforo en rojo y me detuve. El desmadre dentro del coche cesó derrepente, dejando simplemebte el sonido terrible de la sirena. Voltée entonces a ver a mis acompañantes, para ver porque se habían callado tan repentinamente. Todos me miraban.

Pasé la mirada por cada rostro de mi familia; nadie decía nada, solo me miraban fijo, asi fue mi madre, mi hermana, mi abuelo y hasta nina y el gato gris. Por último miré a mi padre, que simplemente me dijo "Mira allá adelante". Vi hacia adelante y vi una luz amarilla, luego volví a ver a mi padre y me dijo "Adios Daniel".

Fue entonces que el ruido de la sirena se hizo insoportable y desperté. La sirena era la alarma de mi teléfono, y la luz amarilla en el sueño era simplemente el sol que me daba de lleno en la cara.

Me incorporé y fui a lavarme la cara. En ese momentó pense en mi padre, y en lo que quiso decir el sueño, y con curiosidad sobre lo que seguía en el sueño, pero fue una curiosidad mínima, era un sueño despues de todo y no le di mayor importancia. "Lástima que solo dormí dos horas" me dije, y acto seguido me metí a bañar. Cuando salí del baño, ya había olvidado todo el asunto.

Entonces, hace cuarenta minutos, mi tío me preguntó mientras comía, cuanto hacía que no iba a México, y el sueño se vino de golpe, lo escribo aquí sin saber por qué. Supongo que para recordarlo, no lo sé. Lo que si sé, es que voy a llamar a mi jefe a ver como anda. Pues a pesar del tiempo y la distancia, sigue siendo mi papá.


Chido!

Estaría orgullosa...

miércoles, mayo 10, 2006
Hoy es el día donde todos los que tenemos madre, nos henchimos de amor y fidelidad por nuestra querida jefecita, y la queremos llevar a comer a la calle, a esperar dos horas a que nos den una puta mesa, para que al último pida nuestra madre cualquier pendejada porque la espera le dio calor y hambre.

O bien, que vayamos a su casa como yunta de bueyes a hacerle un desmadre y la pongamos a la pobre santa a prepararle la comida y servírsela a una decena de gentes entre mujeres, niños y hombres panzones hambreados que ven la tele en lo que los llaman a comer... para luego tragar como naufragos, pararse de la mesa e irse a aplastar a un sillón a 'echar panza' en lo que empiezan los juegos de la copa libertadores, o cualquier resumen deportivo. Y las viejas chismeando en la sobremesa chingándose su tacita de café, dejándo a la 'celebrada' que recoja la mesa, lave los platos, limpie la cocina, y luego, al último, se siente cinco minutos a chusmear con las demás señoras.

Es típico también regalarle cosas a la autora de nuestros días. Pero no cualquier regalo, no... pues en lugar de regalarle ropa, maquillaje, dinero incluso para que se compre lo que se le inche la gana, le regalamos "artículos para mamá" ¿que quiero decir con esto?, le reponemos la escoba y el recogedor; el balde y el trapeador; le compramos mas fibras para limpiar los baños, o un barril de medio kilo de desinfectante en polvo "pa' que te dure hasta el año quen'tra amacita". Algunos se ponen el frac, y le regalan su lavadora y su secadora nuevecitas, una aspiradora, o lo nuevo: un conjunto de licuadora-batidora-abrelatas por separado pero que hacen juego por estar del mismo color que la cocina... en fin, cualquier artículo que grite "andele jefita, para que se siga metiendo una chinga como todos los días"

Y ya deplano una sinverguenzada que tienen algunos, como es regalarle libros de dietas, pastillas para adelgazar, aparatos de ejercicio (que al rato sirven de tendedero) y cuanta madre hay para estar enforma... eso es una grosería; esto no lo estoy inventando, quisiera mentir en barrabasadas de este calibre, pero es verdad. Conozco mequetrefes que han hecho esto, que dan esta clase de regalos tan de la verga a sus pobres madres que se merecen el sol... una cosa inaudita de verdad.

Es por eso, que como todos los años, le pregunté a mi madre si quería que le regalara algo del día de las madres. Se lo compré, se lo dí antes de largarme a la escuela. Al regresar, le pregunté que quería comer y me dijo que no queria salir porque hace mucho calor, entonces traje comida.

Ya comimos, no nos cocino, no lavó un solo traste. En este momento esta hablando por telefono con una tía mientras se fuma su cigarro después de la comida...

Y lo mejor: la puedo escuchar burlarse de toda la gente esperando mesa en algún restaurant, o de las pobres cabecitas blancas preparando un festín para todos menos para ella... está atacada de la risa. Si mi abuela viviera, estaría orgullosa.

Feliz día de las madres.


Yo te agradezco, por que aqui estoy, vos sos mi única madre, con alma y vida hoy venero tu jardín...

La Caida de Edgar (Reloaded!)

domingo, mayo 07, 2006
El video ha regresado por sus fueros!




Edgar ya no sólo es mi ídolo, también es ya un fenómeno nacional.

Probando

sábado, mayo 06, 2006
Hace mucho, ví una película muy chingona con Chazz Palminteri -que se quedó encasillado en esos papeles y la ultima vez que lo ví, fue en un comercial de Cocacola de vainilla, snif- Robert De Niro -que es una verga-.

La película se llama "A Bronx Tale". Se trata de un chavillo llamado Calogero que crece en el Bronx (duh) y conoce a un mafioso que se llama Sonny(puta ¿por que siempre los mafiosos se llaman/les dicen así?), lo admira y quiere ser como el, verse como el, hablar como el, platicar como el, etcétera etcetera.

Okey, hagamos un paréntesis.

La verdad soy bien pendejo y hasta hace poco creía que si bien no era el único que la había visto, era el único que la disfrutó un putero, y que, sobretodo, le puso atención a cierto diálogo de la película que discutiremos a continuación

Fin del paréntesis.

Llega un momento en la película en el cual Calogero esta hablando con Sonny sobre cierta morra a la que invitó a salir. Sonny entonces le presta su auto convertible y le dice que le haga La Prueba, y no es la del SIDA. La Prueba, es más o menos lo siguiente:

-Sonny: Alright, listen to me. You pull up right where she lives, right? Before you get outta the car, you lock both doors. Then, get outta the car, you walk over to her. You bring her over to the car. Dig out the key, put it in the lock and open the door for her. Then you let her get in. Then you close the door. Then you walk around the back of the car and look through the rear window. If she doesn't reach over and lift up that button so that you can get in: dump her.

-Calogero: Just like that?

-Sonny: Listen to me, kid. If she doesn't reach over and lift up that button so that you can get in, that means she's a selfish broad and all you're seeing is the tip of the iceberg. You dump her and you dump her fast.

Si, es un mamada, una manera rapidísima de prejuzgar a las mujeres, una culerez, si si, todo eso... pero ahora viene lo raro:

Decía que pensaba que era al único al cual le causó impacto este diálogo, estaba muy equivocado: hace unos días en la escuela, en unos de los pocos momentos de esparcimiento entre clases, me junte con unos camaradas a fumar y comenzamos a hablar de esa película, y lo más raro, sobre La Prueba y si funcionaba o no.

La verdad, no puedo hablar de si la efectividad de la prueba es cierta o no, pues a la unica morra a la que inconsientemente le aplique la prueba, si subió el seguro.

Los demás hablaban con mas autoridad, y me decían que la prueba funciona el 95% de las ocasiones, el cual es un número gigante. Entonces, según su experiencia, la prueba es cierta, y sí funciona. Y así quedamos.

A todo esto, uno de mis camaradas le anda tirando el calzón a una tipa de la escuela y todo va bien. El jueves, llegó con una sonrisa envidiable en el hocico y simplemente me dijo:

-¿Te acuerdas de la morra esta a la que le ando cayendo?
-Sí ¿que tiene?
-¡Quitó el seguro guey! ¡Quito el seguro!.
-¡Es todo cabrón!¡Paso la prueba!
-¡A huevo!
-Eh, ¿pero que hubieras pensado si no lo hubiera hecho?
-Perra egoista
-Ja


Es curioso y divertido como una mamada espetada por un personaje de una película, nos puede influenciar tanto. Esta película sobretodo, tiene también un diálogo (que también dice Sonny) sobre las mujeres:

You gotta do what your heart tells you to do. Let me tell you somethin' right now. You're only allowed three great women in your lifetime. They come along like the great fighters, every ten years. Rocky Marciano. Sugar Ray Robinson. Joe Louis. Sometimes you get 'em all at once. Me? I had my three when I was 16. That happens. What are you gonna do? That's the way it goes, you know? Tell you right now. See this girl? Maybe this girl, she put wind in your sails. Maybe she's your first great one

Comienzo a preguntarme si es verdad también este... y si lo es, entonces ya tuve la primer morra de los primeros diez años, y todavía mas extraño: ella fue la que subió el seguro...

chan chan chaaaaaan!

Chida!

Hijo de puta.

viernes, mayo 05, 2006
IADA, Jueves, tres de la tarde.

Daniel: No mamar que puta hueva tengo.
Joao (así se llama): Ya sé guey no hay nada que hacer.
Daniel: Tsss, esque ya estamos en las últimas, ya no queda nada, snif.
Joao (no es pedo, así se llama): Jejejeje, pinche mamon...
Daniel: *Se lleva la mano al corazón* Oh, déjame ser...
Joao (fuera de joda, así se llama): Ya sé... ¿te acuerdas de la broma esa que nomas hacen los hijos de puta?
Daniel: Jajaja si ahuevo
Joao (No lo inventé yo, así se llama) ¿Tons que guey? ¿se la aplicamos a alguien?
Daniel: Arre.
Joao (así se llama, neta): ¿A quien?
Daniel: Puta pues no sé... *dizque pensando* *foco prendido* ¡Mira! ay viene fulanito, es buena persona, confiable, ingenuo, si se la cree.
Joao (dejando de mamadas: asi se llama): Arres pues.

(Llega la víctima, la saludamos, y comenzamos a platicar)

~15 minutos de plática intrascendente después-

Daniel: Nah wey, Joao (así se llama, no estoy inventando) se cree un putero porque su jefe juega futbol bien cabron...
Fulanito: ¿Neta? ¿Por qué? ¿Era profesional o algo asi?
Daniel: Simon, jugó en primera división y la verga.
Fulanito: ¿En cual equipo guey?
Daniel: Hmm... creo que en La Piedad, y luego en los Tecos.
Fulanito: ¡No mames!
Daniel: ¡Neeeeta! ¿No me crees?
Fulanito: Pssss...
Daniel: Es verdad, pregúntale a Joao si no me crees.
Fulanito: Vas puto.

-Voltea a donde esta Joao, que para esto se alejó y se fue a hacer pendejo-

Fulanito: Eh guey
Joao (No lo estoy inventando): ¿Que pedo? dame un fume ¿no? *toma el cigarro* *inhala* *exhala* ahhhhhh...*fuma de nuevo* ahhh.. ten... ora sí ¿que pedo?
Fulanito(Pfff, ¿tengo que seguir aclarando que así se llama?): Esteee, ah sí, ¿es cierto que tu papá juega fútbol bien vergas?
Joao (serio, cara de entierro): Chinga tu madre pendejo.
Fulanito: ¿Que guey?
Joao: Mi papá no tiene piernas.
Fulanito: *se pone pálido* ¡¡No mames cabron!! ¡Neta perdoname no sabía! ¡En serio discúlpame Joao (jajajaja)! ¡Perdon guey perdon de verdad neta disculpame en serio porfavor te lo suplico no sabia eso aaaay!

-Voltea, me ve. Servidor, cara de poker-

Fulanito: ¡Hijo de puta! ¿Como se te ocurre? ¡Pinche vato estas mal! ¿En que estas pensando pendejo neta te pasas de vergas blablablblabla (perorata ininteligible de mentadas de madre que siguió como por dos minutos más... servidor, campeón de poker.
Joao: JAJAJAJAJAJAJJAJAJA
Daniel: JAJAJAJAJAJAJAJAJA
Fulanito: (A Joao) ¿Que pasó Joao de que te ríes? (A mí) ¿¡Y tú de que te ríes pendejo!? ¡no es gracioso!
Joao: JAJAJAJAJAJAJA
Daniel: JAJAJAJAJAJAJA
Fulanito: ¿¡Que!? ¿¡Que es tan gracioso par de putos!?
Joao, Daniel: ¡Tú pendejo!
Fulanito: ¿Y ahora por que?
Daniel: ¡Pos por que no es cierto pendejo! ¡Era puro paro!
Fulanito: ¿Como?
Joao: ¡Era broma imbécil!
Fulanito: Pinches vatos mierdas.

FIN