Neomierda.

Eso qué

Ya mero termina, estoy a dos días de que se termine el maldito calvario de los altares de muertos, no mas pintar, ni poner, ni gastar, ni nada de esas pendejadas innecesarias y que para acabarla de joder, sólo mi grupo tiene que hacer a huevo, pues en los demás grupos esta actividad es opcional, no mames.

Como soy tan cumplido, me puse a las órdenes del equipo para hacer esa pendejada, pero nomás no hacemos nada y pasado mañana se vence el plazo; entonces, como bien dijo otro tipo de mi equipo: "Será lo que Dios quiera". Tiene razón. Por lo pronto, tengo que ir a los Oxxos a buscar cajas vacías de papas Sabritas, juntar todas las que pueda y, el Miércoles, poder fincar nuestro gloriosísimo altar pensado y dedicado a -agárrense-: La Santísima Muerte (Uuuuuh mu-fa-saaaaa).

Creo que más tarde voy a ir a buscar las malditas cajas, no estoy de humor ahorita y menos por lo que acaba de suceder. Me encontraba haciendo mi super encuesta obligatoriamente forzosa de "Evalúa a tu Profesor", pues soy un alumno cumplido y dedicado a lo que hace, llego entonces, a la página de la Universidad, tecleo mi matrícula y folio, el sistema me identifica adecuadamente, y en la pantalla mi se puede ver mi nombre muy bonito.

Entonces, me dispongo a evaluar a mis cuatro maestros y a las respectivas materias que imparten; ahí es cuando me doy cuenta que solo hay tres materias en la lista. Yo sigo yendo a cuatro clases, no me di de baja de ninguna clase y mucho menos, me han dado de baja de las clases, no se que esté sucediendo, pero no está bien.

Mañana tendré que entrevistarme con la gente pertinente para enterarme de lo que está ocurriendo con este problema. No es bueno no estar inscrito en una clase a la cual te incribiste a principios del semestre, y menos, cuando la clase en la que -se supone- no estoy inscrito más, me quita el tiempo de los Viernes. Si ya no estoy inscrito, que no me jodan y no me tengan perdiendo miserablemente mi tiempo ¡bien peladas puedo regresar temprano a dormir a mi casa los Viernes joder!

Pinche gente inútil.

Fix You.

Que culero, estamos al medio tiempo del partido de Atlas - Santos y los rojinegros van abajo en el marcador 2 - 0 para variar. No me agrada ver a mi equipo perder tan culeramente. Aunque ya tenga cayo para ello. No me enorgullece ver como hacen pomada a mi equipo, después de que hace mas o menos un año, narraba paso a paso en este mismo blog la ascención de los zorros a semifinales. Como pasa el tiempo, si no, que le pregunten a las gatas de la UNAM y a su entrenador.

El equipo está en crisis, mas no puede durar mucho. Con el Atlas van a pasar dos cosas: 1) El torneo que entra siguen con el mismo equipo, juegan de la misma manera culera, y descienden sin remedio a la primera A para quedarse ahí un buen rato como el León, ó 2) Daniel Guzmán se faja los pantalones, corre a los imbéciles del equipo, se trae a Daniel Ludueña de los Tecos, y nos salva del descenso justo a tiempo para la liga premier. De verdad espero que pase la segunda opción, de lo contrario, dejaré de ver futbol nacional hasta que Atlas alcanze de nuevo la categoría y me apocaré a ver la Liga de Campeones únicamente. Ni modo. Sin llorar.

Me he dado cuenta también que no debo escuchar "Fix You" de Coldplay en este momento, me arriesgo a ponerme a llorar amargamente de tristeza e impotencia, por que... veran ustedes, lo que canta Chris Martin en esa canción no es cierto: No hay milagros, cuando todo va mal, no hay lucesitas que vengan, iluminen tus huesos, te arreglen y te hagan moverte de la mierda donde estas metido. No, tu tienes que salir solo, nadie te ayuda.

Maldita sea, ya voy a quitar esa canción.

Es así, así es y ni modo.

¿Que haces cuando tienes una relación con alguien y derrepente te traicionan? ¿Como reaccionar cuando un momento te quieren y al siguiente te cornearon? ¿Que dices cuando ves a esa persona después de enterarte por otro lado que te fue infiel? ¿Le reclamas? ¿Te encabronas? ¿Te vas? ¿Haces berrinches y faramayas? ¿Lloras? ¿Le mentas la madre por puta? ¿Que hacer? ¿¿Que hago??

Esas son las preguntas que desde el Miércoles se juntan en mi cabeza, son tantas que se hacen bola, se golpean unas con otras, y no me dejan pensar. Es imposible pensar en algo así. Cuando un compa te platica sobre ello dices algo como: "Pobre wey, pero a mi nunca me va a pasar, no estoy tan pendejo" y entonces, un día como cualquier otro, te pasa. A mi me pasó.

Todos los que me conocen bien lo saben: si algo me encabrona, es que cuando alguien tiene problemas conmigo, se ande por las ramas y no me lo diga. Peor aún, que me entere por alguien más, si tienes los arrestos para decirlo sin que esté, puedes decírmelo en la cara.

No se qué pasó la verdad. Pero cuando me vine enterando de que aquella morra me plantó el cuerno, no me enteré ni siquiera por alguien, nadie me lo dijo; De hecho, lo vi en unas fotos. ¡Vi unas fotos donde la tipa en marras se besaba con otro! ¿Como chingados reacciono? Eso no se hace...

Un día antes de todo aquello hablé con ella y todo normal. Nada de silencios incómodos, ni los típicos "¿Por que no hablas? ¿Te pasa algo? ¿Te sientes mal?". No, nada de eso, todo bien, como si nada estuviera pasando. Hablamos, nos reímos, la vi sonreír. Luego, cuando se tenía que ir, se despidió de mí con el mismo "Te quiero" de siempre, ella recibió el mismo "Lo sé" que siempre recibe.

¡Todo estaba bien! Ese día me largué a dormir con la consciencia tranquila y ese sentimiento tan tranquilizante de "Que al pedo, todo va bien". Dormí excelente esa noche (ni los bebés duermen tan bien) y desperté descansado. Mi día iba perfectamente bien, hasta que llegué a mi casa después de la escuela para comer, ahi fue cuando todo se fue a la verga.

No lo esperaba. Mi hermana estaba viendo unas fotos que habían llegado a la casa. Me llamo y me dijo: "Toma, esto te interesa", al ver las fotos no podía creerlo, estaba anonadado. Me encabroné como no tienen una idea. Luego de golpear la pared y un espejo (son muchos años de mala suerte, según tengo entendido) por la frustación, llamé al telefono que venía con las fotos para confirmar si era verdad. Y si, fue verdad.

Todo ha terminado. No tengo idea de que voy a hacer ahora. ¿Como le reclamo? ¿Que le digo? No nada más las he visto yo, las ha visto todo el maldito país ¡Las fotos están en la revista más vendida del México!

No tienen idea de lo mucho que me duele esto. ¿Como pudo hacerme esto? Es increíble. Uno siempre dice que a el no, como crees que a mi me va a pasar, eso le pasa a los pendejos y a los que no le ponen atención debida a su chava, jaja, no wey a mi no me pasa eso ni me va a pasar; ella me quiere y yo la adoro, vamos muy bien y hasta ahora es lo más grande que ha pasado en mi vida... hasta que ¡Zácate!, te pasa y no sabes ni lo que te golpeó.

Ella siempre me dijo que le gustan los tipos atractivos, tranquilos, educados, buenas personas, de bella sonrisa, sonrientes, graciosos y de cabello rizado... y para ser honestos, yo soy mucho de eso, pero al parecer, el pendejo aquél también,

¡¿Por qué Dulce María!? ¡Te amaba tanto! ¿No lo sabías? ¿No te lo dije, pero sobretodo, te lo demostré? ¡Como pudiste!. Pero eso no es lo que más me duele, lo que más me duele... ¡¡esque haya sido con el Portero del América!! ¡¡Con Paco Memo Ochoa!! ¡¡Con un americanista!!

Maldita perra.

No smoking.

Desde el Domingo pasado que no me compro mi propia cajetilla de cigarros. Toda la semana me la he pasado bajándole los chichos a todo el que veo fumar; sea amigo, conocido, desconocido, viejo o joven.

No se porqué no he comprado una cajetilla de cigarros esta semana... creo que la causa prima es que no tengo dinero para la cajetilla, la causa segunda, es que ya me tienen hasta la madre los Camel, no me saben a nada, hasta me dan dolores de cabeza, esa es una señal inequívoca de que debo cambiar de marca.

Recuerdo mis primeros pasos en el placentero mundo del cigarro. Dados gracias a la generosidad mi difunta abuela que, un día mientras fumaba su cigarro de la tarde,leyendo el periódico, me llamó y me dijo:

Abuela: -Daniel, ¿Has fumado antes?

Daniel: -No...

Abuela: -Bueno, tráeme mi cajetilla.

Daniel: -¿Para que?

Abuela: -¡Tu traela! No seas impertinente.

Daniel: -Si abuela...

*Va, agarra la cajetilla, regresa*

Daniel: -Aquistan tus cigarros.

*Saca uno, lo prende*

Abuela: -Toma, fúmatelo. Para que nadie te cuente.

Daniel: -¿Eh? *Le dan el chicho, le da un toque*

Daniel: *Tose como perro*

Abuela: Preferible que lo hagas aquí, enfrente de mi, a que lo hagas fuera de la casa...

Por supuesto, la anégdota no va así, es mucho más graciosa y con manerismos muy buenos, que en la frialdad del teclado no se pueden transmitir. Por cierto, ese primer cigarro era un Montana rojo, si es que les importa (yo se que no).

Ah, en su profunda sabiduría, mi abuela no tenía idea de lo que acababa de desencadenar en mi interior. No tenía la más remota idea de que su nieto, con sus tiernos 14 años, estaba allanando el terreno de lo que sería un vicio arraigado cabronamente, y alimentado con grandisimas y delirantes dosis diarias de nicotina y alquitran del camellito, del faro, del vaquero y del oceano.

Recuerdo que siempre compraba cigarros sueltos, o se los bajaba a mi jefa, que desde siempre ha fumado Marlboro blancos, pero los dejé rápido pues son un asco. Luego, un día compré una cajetilla de cigarros Pacífico, me gustaron mucho, y a mi cartera también, me harté de ellos y cambié de marca. Fumé faros, después Marlboro rojos(etapa obscura que no duró mucho), Monterrey de cuando en cuando y Camel, que fueron mis cigarros preferidos hasta ahora.

Como dije, ya me hartaron. Por eso no he comprado cigarros esta semana, fumando caridades de los amigos y aguantándo vara de lo que sea que se metieran. Pero hoy, por primera vez en 2 años, he regresado a la primera marca de cigarros cuyo precio accesible y buen sabor, me abrieron de par en par los brazos, recibiéndome cálida y hospitalariamente al placentero mundo del vicio: Los Pacífico.

Pasé por muchas cosas fumando estos cigarros. Cuando abrí la cajetilla y le di el primer jalón, sentí ese sabor tan conocido pero que ya había olvidado. Al saborearlo regresaron como un alud, recuerdos, anégdotas, buenos momentos que viví, que tenía guardados en la memoria y que redescubrí de golpe.

Son buenas cosas, es increíble que algo como un pinche cigarro te recuerde tantas cosas en tan poco tiempo, es muy agradable. No se cuanto voy a durar fumando esta marca o fumando en general, ni me importa.

Pero mientras, me fumo uno a la salud de todos ustedes mentecatos que pierden su valiosísimo tiempo leyéndome.

Chido.

Float On.

Llegado el momento de tomar decisiones, me detengo por un instante y me pongo a pensar. Algo me incomoda sobre lo que estoy a punto de hacer, no es incomodidad inmanejable o que no te deje pensar, más bien se trata de ver que algo no está bien, algo no marcha.

No es duda, tampoco es miedo, y mucho menos la estúpida excusa que todos hemos usado alguna vez: "No estoy preparado". Esto es otra cosa. Una clase de prejuicio o, bien visto, de precaución; ya antes me ha tocado tomar una descición así. Ya sé de lo que trata, se a donde voy, a lo que voy, lo que me espera y también sé que puedo -fácilmente- afrontar cualquier eventualidad.

A veces me preocupo demasiado. Pienso en lo que me espera, algo que espero experimentar, enfrentar o inmiscuirme y siempre, antes de que el miedo, la duda o cualqier otra cosa; llega esta precaución, este sentimiento de estar alerta y al tiro por qualquier detalle, cualquier gesto o cualquier problema. Hacía tiempo que había dejado de sucederme, aunque no me afecta.

Muchas ocaciones, consciente de esa precaucón -o inseguridad-, decido hacer lo que tenía pensado, resultan ser exageraciones mías y subestimaciones de la situación. En resumen: No es tan malo como pensaba, de hecho, puede no ser malo después de todo.

Lo mismo tiene lugar aquí.

Escribo esto para hacer constar, para dejar marca de este sentimiento. Lo dejo aquí para regresar, y leerlo después de que todo suceda. Lo dejo como una posible constancia de que puedo equivocarme y, en efecto, me preocupo demasiado.

Podría ser...

Se vale sobar.

Siempre salgo temprano de la escuela los Lunes, pero me quedo en la pendeja o platicando hasta que me dan las 12, entonces regreso a mi casa a ocuparme en algo, como aspirar (con la aspiradora, mentecatos), snif.

Pero hoy fue distinto. Hoy salí de la rutina y me regresé bien tempranito a mi casa. En parte por que tengo tarea para mañana (la estoy haciendo mientras escribo aquí, ajá), en parte por que me dió mucha hueva y en parte por que me duele la cabeza de los pedradones que me tiró la maestra hoy en la clase.

Explico. La maestra es un ejemplo de civilidad y buenas costumbres, políticamente correcta, sonriente y educada que da los buenos días en la mañana y las buenas tardes a mediodía. Siendo ella una persona de buenas costumbres y mejores maneras, cuando se emputa, da cachetada con guante blanco. Ella no regaña, "da tips", y no tira pedradones "avienta el saco para que se lo pongan".

Resulta que la semana pasada la lindísima maestra nos puso a hacer un proyecto de polígonos (sólidos platónicos y sólidos de arquímedes) con tema libre. Siempre nos dan dos semanas para planear, ejecutar y exponer. Quedan buenos trabajos, de buena calidad, de buen ver.

El último trabajo fue para una semana, no pasa nada. El problema consiste en que a mi me da hueva hacer polígonos y pendejadas de esas desde que tengo memoria y no pensaba hacer el trabajo ni a chingazos; obviamente, menos presentarlo. Pero después de una negociación el Jueves por la tarde con mi sacrosanta madre, hize el trabajo y lo presenté a tiempo y en forma en su fecha de entrega: el Viernes a las 8 am. Viva México cabrones.

Mi trabajo era un icosaedro truncado, que es, a grandes rasgos, una pinche pelota de fútbol, descansaba sobre un cubo, que a su vez, reposaba sobre un prisma cuadrangular. El balón y el cubo estaban vulgarmente pintados de dorado, para dar la apariencia de un trofeo, el prisma de abajo era color guinda para hacer contraste. Puse fotos bien chulas del Campeonato Sub-17, bien temático el pedo. Siendo completamente honestos, el trabajo estaba feísimo, hecho con las patas, así me va a ir, ni pedo.

La maestra siempre pide que garrapatées una explicación de una cuartilla donde expliques los porqués de los porqués de tu trabajo, los problemas, la descripción, la temática, la manufactura y la chingada. Le llama "Justificación". Como buen alumno estudioso y dedicado que soy, la hize. Llené un cuartilla en letra 8 (gracias a mi blog) explicando todo con pelos y señales. Luego, a pie de página, ya embalado y aprovechando el envión, solté una perorata incoherente y colérica sobre lo horrible del tema y la pendejez del mismo; también protesté (por escrito, como buen reaccionario que soy) sobre el hecho de que nos quieran obligar a participar en la actividad de los altares y tumbas en la cual, sobra decir, no me da la rechingada gana participar. Pero que, para mi desgracia, terminaré por participar a huevo, seguramente.

Corte a Lunes en la mañana. Llega Daniel a su salón, cigarro antes, y se sienta. Entra la maestra muy seria. Nos pide que tomemos asiento. De pie como estaba, se lleva la mano derecha al corazón, voltea la cara hacia la izquierda, con el mentón hacia abajo muy dramáticamente; tiene los ojos cerrados y un rictus de angustia, suspira, y comienza a "Darnos tips" y a "Eventarnos el saco".

Comenzó por pedirnos -de la manera más atenta- que subiéramos la calidad en el trabajo. Hablaba de que fue la exposición más pobre desde el comienzo del curso, que debemos ponernos las pilas blablabla... en ese momento, se irguió, levantó la cara solemnemente y comenzó a hablar de las justificaciones. Mi justificación era la piola, entonces ahí no había problema, pero lo que sucedió a continuación no me lo esperaba:

Maestra: -Conforme a la actividad de los altares y tumbas...

Servidor(cara de poker): -¿Ajá?

Maestra: -En la pasada academia de maestros, acordamos en asignar la actividad de los altares y tumbas estatus de "trabajo en clase", y adherirlo al calendario escolar, dándole carácter de obligatorio. No es una imposición de mi parte (y voltea a verme). Es una tradición que data de años antes que ustedes y no pienso romperla (se lleva dos dedos al puente de la nariz). Si alguien no quiere participar, es necesario que redacte una carta a la dirección donde manifieste su inconformidad hacia la actividad.

Pedradón.

Servidor(cara de poker): -Oh, ajo y agua ¿no?

Maestra: -¿Perdón

Servidor(cara de poker): -No hay remedio entonces, es a fuerza.

Maestra: -No me gusta tildarlo así, es una etiqueta muy dura, pero si gustan verlo de esa forma: Si, es obligatorio (nótese la solemnidad).

Servidor(sonrisa zocarrona): -Chingado.

Continuó el reparto de "Tips" durante otro tanto. Seguía con lo mismo: los materiales, la calidad, la dedicación, nos recordaba que ya se acaba el semestre, llamaba a algunos flojos, y decía que ella sabe a quien va a "ayudar" a final del semestre y a quien "ya le dio todo lo que le pudo dar" (lease: no tirar paro). Hablando sobre las medidas para las bases de los proyectos, que nos "pusieramos las pilas" y blablabla.. entonces tuvo lugar lo siguiente:

Maestra: -Recuerden que pintar con spray tiene su ciencia, no siempre se puede aplicar pintura en aerosol a todos los trabajos... no pueden agarrar su proyecto, pintarlo con spay plateado y dejarlo así nada más...

*avientan ladrillo, me pega*

Servidor(campeón de poker a estas alturas): Si maestra.

Continuaba tirando su rollo, muy emocionada y elocuente, pausaba de vez en cuando para mirar a su alrededor y vernos a cada uno a la cara. Dió más Tips, y tiró más sacos, pero yo me apoco a los ladrillazos que me tiro. Luego, terminado su discurso, tomó aire y se fue por la laptop para explicar la clase de hoy.

A partir de ahí entré en estado de vegetación hiperabundante y no salí de ahí hasta terminada la clase, cuando me fui a sentar a una banca para recuperarme de todo aquello y acompañado de Bruno, reírnos de todo ello. El siguiente trabajo es en tres semanas. No hay pedo.

Por cierto, me gané una comida china por hacer el trabajo. Ja. Mmmm, pollo general... rico, puerco agridulce... arroz frito... pato almendrado... ufff.

Me voy a comer, compermisito.

Los hilos en los dedos.

Soy una de las personas para las cuales se inventaron el boton de repeat en el CD Player y los videos para comprar. Puedo escuchar una canción cien veces seguidas y no me harto, y puedo ver una pelicula 38 veces, y tampoco me canso de ella. Mucha tolerancia al fastidio, a lo mismo.

De las películas, -o más bien, tres de las películas- que no me harto de ver, son la trilogía del padrino. Confieso que antes de entrar en contacto con ella, no tenía la más puta idea de lo que se trataba y no me interesaba en lo más mínimo. Hasta que un buen día, en la preparatoria, nos asignaron leer una novela para una de las materias.

Obviamente, era un libro que no hayas leido antes, y todos los mios, por lógica, ya los había leído y no tenía chiste. Entonces fui a la biblioteca escolar a buscarme cualquier libro para leer. Nunca me gustó leer ahuevo. De hecho, nunca me ha gustado hacer las cosas ahuevo, nunca salen bien.

Busqué en los estantes y me topé con un libro que tenia a Marlon Brando en la portada. Brando se veía muy elegante, trajeado y peinado hacia atrás, tenía un gato gris con rayas negras en los brazos y tenía los ojos cerrados. Bien pinche solemne el tipo. El título del libro era "El Padrino" y el autor era Mario Puzo. Me lo llevé por la pura portada.

Tenía una idea de lo que trataba, por que había escuchado algo sobre las películas, trataba de la mafia, la familia, el honor y los negocios. De todas formas tardé mucho tiempo para empezar a leerlo. Simplemente no me daban ganas, leer a fuerzas no se me da.

La fecha de entrega se acercaba, y un Domingo comenzé el libro. Era una novela descriptiva que plasmaba los personajes y las sencaciones una por una, un libro extremadamente lento, (igual a la película). Pero una vez que pasé el principio, el libro me agarró por el cuello y no me soltó hasta que lo terminé.

Fue una experiencia maravillosa, a falta de una mejor palabra. Imaginaba a los personajes como miembros de mi familia o amigos, y la casa donde habitaba la familia, como una casa gigante que llegué a visitar en los tiempos en los que vivía en el Distrito Federal.

Cuando llegó a su final, como tantas cosas en la vida, me entristecí; pero eso no quería decir nada, que cualquier día no pudiera releer el libro, pues esa es la maravilla de lo escrito: La atemporalidad. El que siempre que vuelves, las cosas están como las dejaste.

Terminando el libro, me dió curiosidad la película, ver cuales miembros de mi familia eran hechos por cuales actores y como eran las casas, restaurantes, situaciones, paisajes y formas en la película, y en que diferían de mi imaginación.

Entonces renté la película y me traumé; la vi una segunda vez, y me traume más, y así por tercera, cuarta y la quinta vez. Hasta que la devolví y renté la segunda parte: lo mismo. Después la tercera parte y también. Una maravilla, una de las pocas películas perfectamente bien hechas, actuadas, y que por inaudito que sea, te enseñan algo. Mi trauma llegó a tal grado, que tengo la primera pelicula en VHS. Pirata. La grabé vilmente del cable a finales del año pasado, y la veo de vez en cuando.

Ayer tuve la oportunidad de ver la trilogía, solamente alcanzé a ver la primera y la segunda parte. Y mi impresión sigue intacta, sigo descubriendo cosas cada vez que la veo. Veo lo mismo, pero desde otro punto de vista, me encanta.

Esas películas dejan enseñanzas sobre la familia, la amistad, la enemistad, el comportamiento de uno mismo, la ecuanimidad, el honor, la traición, la venganza, la tristeza, el amor, la culpa, la hipocresía, la sensibilidad al entorno, por decir lo primero que viene a mi mente.

Da también sabios consejos, por ejemplo: no siempre decir lo que piensas o no todo lo que piensas; no odiar a tus enemigos, pues afecta el juicio; la familia como pilar y aliada ante todo; tener a los amigos cerca, pero a los enemigos més cerca; nunca subestimar a nadie; siempre estar pendiente de todo y de todos y jamás ser descuidado, nunca... etcétera etcétera.

Ya sé, después de leer todo esto van a decir algo como: "No me chingues Daniel, es película no seas meco", "Es Hollywood, de eso se trata", "¿No te das cuenta que a los que tanto admiras son criminales mal nacidos?", "La Mafia no es buena", "Guey, estoy bien pendejo y no entiendo lo que tratas de explicar", "No mames, soy maricón y me encantan los hombres trozudos y peludotes" o cosas parecidas. Ya los oigo.

Si dicen eso, una de dos: O no las han visto, o las vieron y no le entendieron. En ambos casos no es mi pedo que hayan perdido su valioso tiempo leyendo este mamotreto sin haber visto nada o saber nada, pero albricias, este es un post libre de spoilers, y gracias a esta condición, es mi obligación y responsabilidad, motivarlos a que vean semejante obra de arte.

Como sea, mucho choro, ya estuvo.

Autobiografía

Hace un momento tuve en una idea buenísima. La pensé, por que tengo muchísimo tiempo libre (en la cárcel siempre pasa), y me da para leer, monear en un cuaderno, comer, trabajar, dormir mis horas y pensar, pensar mucho.

Les apuesto a que siempre les han dicho que la cárcel es horrible. Un suplicio dantesco con comida horrible, golpizas diarias, montones de tipos malencarados, claustorfobia, no ves el sol, y el "no tires el jabón cuando te bañes", por que probablemente vas a padecer.

El que dijo todo eso, probablemente es un ex-convicto y tiene razón. Pero, esa misma descripción, puede aplicársele a la escuela secundaria y a la preparatoria. Esa fue la raíz de que esté en esta situación: haber dejado la escuela. Ni modo, lo hecho, hecho está, no se puede hacer nada, no puedes pegar un huevo que ya rompiste.

Pero no es tan malo. Pienso que la vida es como la tomas, como la enfrentas. Claro, no he pensado así siempre, de hecho, comenzé a pensar así desde que entré al penal hace dos años. Dice el dicho que: "Todo depende de la mentalidad", y es cierto, asi es la vida.

Es por eso que no padezco tanto estando aquí. Sé que puedo estar peor. Claro, daría mi brazo derecho por salír de aquí, pero no se puede tener todo. Total, son pocos años y estoy joven todavía.

Pero eso no es lo que nos atañe. Les decía que había tenido una idea grande mientras perdía mi tiempo en mi celda de cuatro por dos. Y la tengo. Me encanta, y lo mejor es, que desde la cárcel, puedo llevarla acabo.

Verán ustedes, yo comparto mi celda con otros 6 tipos, todos buenas gentes; por supuesto, dicen que son inocentes y no saben por que están aquí. Claro, les encanta hacerse que la Virgen les habla.

A tres de ellos los tienen aquí por pocesión. A dos por robo a mano armada, y al último -el más calmado-, por homicidio en primer grado, y Yo... no pienso decirles por que estoy aquí, eso no importa ya.

Uno de los viciosos, "el Púas" que le dicen, se ha convertido en mi amigo y platicamos a cada rato en el tiempo libre que tenemos. Un día, a la hora de comer, el Púas comenzó a hablarme de su vida y sobre las cosas que había hecho. El argumento de inocencia que me daba el Púas se fue por la borda con esa plática.

Ahora, sé que no soy una perita en dulce, sé que he hecho mal muchas de las personas -si no es que a todas- que han tenido la desgracia de conocerme, en mi afán de subir y acumular. Ni modo, esa fue mi vida; esa es mi vida.

Fue exactamente después de esa plática, donde tuve esta idea que tanto me emociona. Se me ha ocurrido hacer una lista a las personas que he perjudicado y, a cada una, mandarles una carta, y en ella decirles como fue que los tranzé (si no lo saben), o recordárselos (si lo saben ya).

Esas cartas apiladas juntas, van a ser también una autobiografía. Mi autobiografía. Todo esto es sencillo (cualquiera puede escribir), lo puedo hacer de donde estoy, y no me quita el tiempo. Una gran idea, de verdad, no se porqué estoy en la carcel, un ladrounzuelo no tiene ideas buenísimas como estas.

No sé quien quiera leer la autobiografía de alguien a quién le salió todo mal, habiendo tanto por leer allá afuera, tanto Harry Potter, Paulo Coelho, Dan Brown y el Código da Vinci, los Templarios, el Alquimista y quien se robó mi queso, no lo sabremos hasta que el libro se publique, pero tengo confianza en que mis pretenciones se hagan realidad.

Me entero de todo esto gracias al narco de el final del pasillo tiene subscripción al periódicolo, televisión con cable, y celular. A mi me presta el periódico cuando lo termina y a veces nos invita a todos a su celda a ver el futbol cuando está de buen humor y van ganando los Dorados de Sinaloa, que es casi nunca. También le han comprado esos libros que menciono, y me los ha prestado, están buenos, pero no son ningún Spota, Traven, o Jardiel Poncela.

Esta autobiografía de la que hablo, pretendo que la publiquen una vez mandada la última carta. Tengo la esperanza de que si algún destinatario no recibiera la suya; cuando caminara por la calle, pasara por alguna librería, viera mi nombre en el aparador, o mi foto en la portada del libro.

El tipo recordará, se enojará, y leera mi disculpa. Luego comprara el libro, por puro morbo, para ver a quien más perjudiqué. Al menos, eso pienso que puede suceder, pero pues no las tengo todas conmigo.

De todas formas, empezé ésta dinámica de las cartas hoy precisamente. Y te quiero pedir una disculpa de antemano, querido lector. No te conozco y no me conoces. Si leíste lo de arriba, quiere decir que todo lo que pretendía se hizo realidad y que amo mi país. Pues esto no es una carta, es una introducción.

La introducción de ésta autobiografía es la primera carta que escribí. Yo se que teniendo este libro en tus manos, no sabes ni que esperar. Recomiendo que te dejes llevar, será un buen viaje, enriquecedor y pintoresco.

Agradezco grandemente tu interes en mi, un ex-presidiario con mucha suerte. Pero sobre todas las cosas, agradezco que hayas pagado por este libro, o que hayan pagado por este libro si te lo regalaron.

Por tu dinero. ¡Gracias! ¡De verdad!


Wow, otro cuento.

Hapi berdey

Feliz Cumpleaños Dulce!! Pasela bien!!

2 de Octubre, no se olvida.

Mi amigo Marcos, tiene escritas con negro en las paredes de su cuarto, muchas frases que han sido significativas en diferentes etapas de su vida. Absolutamente todas las escribe por que algo significan, o lo hicieron.

En una de tantas ocaciones en las que he estado en su casa, se me ocurrió rayar en su pared con marcador rojo (pa'que resaltara) una frase muy sobada: "2 de Octubre No Se Olvida". Creo que ahí sigue la frase escrita en la pared de la cabecera de su cama, no estoy seguro.

Normalmente recordamos esta fecha por la matanza de estudiantes en el 68. Jóvenes que se pusieron a protestar, dieron sus razones, expidieron un pliego petitorio, llamaron al diólogo, hicieron un mitin y ahí, los baleó el ejercito mexicano sin pensarla dos veces. Reaccionarios todos ellos. Una página aciaga en nuestra historia, escrita con sangre, una tragedia vergonzosa, terrible, y todas esas adjetivaciones poéticas mamonas al estilo de "México: Nuevo Siglo" de Enrique Krauze.

El chiste es que recordamos esta fecha con pena, gracias a unos jóvenes que querían algo y les fue negado rotundamente, y de pasada les privaron de lo más básico y escencial para una persona: La vida. De esto, hace más de treinta años: El 2 de Octubre de 1968, hace un putero de eso.

Ahora, durante toda mi vida, he escuchado tanto de mi familia, como en la escuela, y otros lugares, que "los jóvenes son el futuro del País", me han mencionado esa frase infinidad de ocaciones, y me la han repetido hasta el asco. La eterna cantaleta sobre que la juventud tiene que ponerse vergas para sacar adelante el país que toda la bola de huevones sin nada mejor que hacer en el gobierno -o los que se preparan para gobernar- ha destruido. Aunque nunca bajé aquella frase de pobre excusa de adulto fracasado o wey sin trabajo.

No me tocó vivir aquella tragedia. Verla escrita, plasmada en películas malas o en documentales tendenciosos, fueron el terreno donde pude fincar mi opinion. Siempre me pareció innecesaria toda aquella movilización militar para silenciar jóvenes que si ahora tienen poca voz, en ese tiempo tenían menos. Creo que por eso los mataron, por no conformarse, por unirse y tratar de sacar adelante un objetivo común, jalando parejo; cuando fueron demasiados, simplemente los desaparecieron.

Hoy, 2 de Octubre del 2005, en un ámbito completamente distinto. También unos jovenes escribieron historia. Esta vez, una página gloriosa en nuestra historia.
Tal vez a mucha gente le dé lo mismo saber que México, hoy a nivel sub-17 es Campeón del Mundo, por que no le interesa, gusta o le caga el fútbol. Y se entiende. El fútbol es algo de ínfima importancia en el panorama de la vida. Pero también es el pasatiempo nacional, la pasión de muchos.

No pienso hacer mío el triunfo de ellos. Son ganzadas hacer eso, pretender que por que nacieron en el mismo país que yo tengo derecho a subirme al tren de su triunfo, que es muy grande y muy generoso, como muchos harán después. Yo, simplemente celebro, y me alegro por su triunfo. Por que demuestra que trabajando se puede lograr todo. Es también un paso importante en el deporte mexicano. Demuestra que podemos dejar la mediocridad atrás, que los pinches brasileños no tienen tres piernas, ni un gen especial en el código genético para tener completo dominio del balón, demuestra que podemos, y que ahora también sabemos ganar.

Creo que los estudiantes del 68 y el equipo mundialista del 2005 no son tan distintos uno del otro; los dos eran grupos de gente que se propuso algo y trabajaron juntos para lograrlo. Todos con el mismo objetivo. En el 68 no lo lograron, pero debieron. En el 2005 lo lograron con merecimientos. Y así debería ser siempre.

Yo pienso que el fútbol es un prístino espejo de nuestra vida. Y el mismo fútbol nos está mostrando que para salir avantes de cualquier situación, y para sobrepasar cualquier obstáculo hay que trabajar mucho y trabajar juntos para lograrlo. Tanto en el problema mas estúpido y el escollo más sencillo como en cosas tan cabronas como tratar de sacar adelante a nuestro país.

Antes teníamos una razón vergonzosa para recordar este día. Ahora, tenemos una razón gloriosa para hacerlo. Si se pudo, como chingados no.