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Neomierda.

Cero credibilidad.

miércoles, agosto 31, 2005

Goles y silencios


Como pueden leer bajo el título de este blog, una de las cosas de las que se escriben aquí, aparte de historias, banalidades y pendejadas sui generis en general, es sobre fútbol.

Como ya he hablado antes en este espacio, soy Atlista a mucha honra desde hace ya 7 años. Como todo buen Atlista, me resultan completamente repugnantes las chivas; más ahora que son lidereadas por Jorge Vergara, el dueño y presidente; una caricatura de hombre que a base de dinero quiere hacer su voluntad, llevándose entre las patas a gente trabajadora y talentosa como Benjamín Galindo. Ese tipo no merece mi respeto y goza de toda mi animadversión. Tristemente (para ellos), tengo buenos amigos y familiares cercanos que le van a las Chivas.

Asi que me van a perdonar, pero me dio harto gusto el 3 - 0 que les zampó Torreón el Domingo, dos de los goles fueron del ex-Atlista Miguel Zepeda, integrante de aquél plantel subcampeón de la era Lavolpe, los "Niños Heroes". Me dio gusto como Atlista que soy. Pero más gusto por ver como se le cae el teatrito a Vergara, ver que el proyecto de hacer de las Chivas "El mejor equipo del mundo", se tambalea por que no han ganado nada desde que lo compró. Por ese dulce silencio de su boca cerrada. Como disfruté el baile de bienvenida que le dieron a Xabier Azcargorta a su llegada a las chivitas saltarinas. Y disfrutaré más si el América les pone una arrastrada en el clásico. No puedo decir que lo disfrutaria como si ganara el Atlas, pero me haría sonreír, entre más goles, mejor.

Algo parecido me provocan los Pumas de la UNAM. En un post de esta misma página, llegué a escribir sobre ellos. Decía que si bien fueron los primeros bicampeones de los torneos cortos (justamente), que gozaban de muchos adeptos y enemigos por ser los mejores, también escribí que no pensaba en que durara mucho. Y se cumplió.

El Domingo, los Pumas se comieron cinco goles del Cruz Azul, y me dió gusto; no tengo nada en contra de los Pumas, debo aclarar; es más bien, que estaba esperando que alguien -en este caso Chelito Delgado, Kikín Fonseca, y Grabriel Pereyra- le cerrara de una vez por todas el hocico a Hugo Sánchez. Cada uno de esos goles, fue un chingazo en la bocota al entrenador de los Pumas. Que no tuvo los mismos arrestos de dar la cara y abrir la boca cuando la mierda le llegó al cuello. Y se cumplió.

Yo defiendo el trabajo de Lavolpe desde el primer día. Es una frase muy sobada ya, pero pienso que el proceso del que tanto se habla, está dando resultados. La selección juega un fútbol efectivo, versátil, con muchas pariantes y polivalente, con mucho toque de balón y, por momentos como en la Copa Confederaciones,con mucha espectacularidad. Siempre he dicho que los delirios de grandeza de Hugo y sus criticas pendejas a Lavolpe, no ayudan en nada a nuestro futbol. Su xenofobia delirante y su discursito trespesero de borracho en 16 de septiembre impide el avance de nuestro equipo, aleja a gente importante como Gaitán o Franco, de la selección. No es ningún crimen, si quieren jugar en nuestro país y aportan, déjenlos, no somos ni los primeros ni los últimos en hacerlo.

A Hugo le cerraron la boca muy a tiempo. Lavolpe diciéndo por fin lo que yo queria escuchar de el, y el Cruz Azul goleándolo antes de dos partidos eliminatorios; ustedes diran que Hugo no es Pumas, pero piensen de nuevo: ¿Cuantos equipos tiene como protagonista principal a su técnico y no a sus jugadores, que son los que salen a la cancha y meten los goles? Ya de jodido podrán pasar los dos juego de eliminatoria en paz, con Hugo comiéndose su lengua en bilis. Calladito y trabajando, como debió ser desde un principio.

deus et dominus natus

domingo, agosto 28, 2005

Popcorn.


Soy bien joto para las películas. Muchas -esperada o inesperadamente- me han hecho llorar. Si bien no puedo decir que me ha gustado, me da un cierto sentimiento; alguna clase de alivio y bienestar al ver que me mueven algo dentro esas películas. Como constatar que tengo sentimientos, que soy suavecito y ser humano. Ver que no estoy seco por dentro.

La neta, es contradictorio no llorar al ver las noticias cada vez más amarillistas y de nota roja ["Mata a su padrastro a martillazos", por favor...], los videos del world trade center [la gente desesperada aventándose...], las matanzas de animales documentadas, las masacres de las ballenas, la hambruna de Africa [todo eso me da nosequé... un sentimiento que se me agolpa acá...], las matanzas documentadas, los videos de ejecutados en la guerra, las fotos de los campos de concentración y todas esas cosas... y llorar por una estúpida película de Hollywood que no es verdad.

No voy a justificarme; pero la verdad es que esas cosas no me pueden. Llevo toda una vida [o al menos desde que veo las noticias y leo el periódico] viendo sobre guerras en Iraq, atentados terroristas en el mundo, a los Irlandeses dándose hasta con el tarro de cerveza, a los isralíes y palestinos haciéndose garras por unos terrenos [por eso dicen que es bueno invertir en terrenos] y todas esas cosas, que francamente, si me sacan un "puta que mal estamos" pero hasta ahí, muchos pedos, muy lejos, muy seguido. Y si, soy un enfermo, pero las películas te cuentan una historia sobre alguien y te familiarizan... te van enganchando, internándote en el mundo del personaje y entonces, cuando menos te lo esperas.. Zácate! te presentan una horrible tragedia o una dramática muerte y te mueven las entrañas y te causa no se que cosa y te hace llorar; unas más que otras claro, y guardando las distancias de la fantasía y la realidad por supuesto.

Es cierto que no se puede hacer caso de todas las cosas que pasan en las películas, pero a veces es inevitable empatizar con ellas, lo que pasa en ellas, con los personajes [o animalitos de la creación, snif] implicados.

Pinche Hollywood.
***

Avisos Parroquiales

Mi hermana Maria José, acrecentador infalible de paciencia, huracan miniatura, hormiga luchona y lectora de mediotiempo, cumple años hoy.

La redacción de Neomierda le desea lo mejor en este día, aunque se haga loca y diga que no, yo se que lee esta cuacha de blog y que va a leer esto. Felicidades mocosa, cumple muchos más y a la otra, suelta una corta.
***

deus et dominus natus

jueves, agosto 25, 2005

Memorias (parte dos).


Como lo prometido es deuda, continúo con el post sobre las memorias (y añoranzas) escolares.

Me considero una persona tranquila y afable -como ya he dicho antes-, por lo tanto, no soy dado a la confrontación. No me gusta buscar problemas, mis enemigos y mis pedos no los hago yo, vienen solitos, como a toda persona amante de la paz y el amor.

Pero siendo un puberto de secundaria, no pensaba lo mismo, pues cuando tienes 13 años te consideras la última caguama del bar, te sientes bien cabrón y que todas las puedes.

Recuerdo haberle saltado a los tiros 2 veces, una con un tipo por una dificultad en un juego de basket: marraneó bien cabrón en mi contra, le reclamé y me la hizo de pedo espetándome improperios innecesarios, producto del espíritu competitivo que sale a la superficie al candor del encuentro.
Esos reclamos e insultos los tomé como una afrenta a mi honor y exigía satisfacción. Entonces me vi obligado a resolver el pedo como cualquier morro de secundaria rozagante de testosterona lo resuelve: a putazos.

Me agarré con el tipo en el patio trasero de la escuela, recuerdo vívidamente la sensación de cuando alguien se queria trenzar a chingazos en la escuela: la noticia llegaba a los oídos de la gente como reguero de pólvora, y se comenzaban a armar conjeturas y rumores sobre los implicados: "Wey el quesos se va a agarrar con el gorila, el gorila le parte la madre peladas al quesos, pero esque el quesos tiene paro con unos cholos y ya les habló. Si el gorila le parte la madre al quesos, los c ompas del quesos lo encajuelan". Ay wey.

Y sí, me agarré con el tipo, con todos los hombres de la generación como testigos. Era una multitud la que se reúnia a ver el espectáculo. Como la plebe en tiempos del imperio romano.

Le conecté un par de putazos a la cara, y otro par al cuerpo, después me agarró y, tratando de hacer algun tipo de llave de lucha libre, me tiró al suelo, entonces la multitud se fue sobres de el y lo jaiveó, dejándolo en el suelo, a los dos de hecho. Nos levantamos, nos sacudimos el polvo, y nos dimos la mano. Todo había terminado.

La otra ocación fue con otro wey de mi mismo salón. Todo fue por el extensible de un reloj que me jodió y rompió. Eso no fue tolerado por mi parte y ahi mismo le canté unos tiros, el tipo no se amilanó y le saltó. Nos agarramos. Obviamente, llegó un maestro a detener la acción, y fuimos remitidos a la dirección a hablar con el H Director de la secundaria. El tipo sonriendo hizo que nos pusiéramos deacuerdo el vato y yo. Quedamos en que el extensible de mi reloj sería reparado. Y así fue. Al otro día lo trajo reparado, como si no hubiera pasado nada. El costo de la reparación fue la friolera de 5 (si, leyeron bien, cinco) varos. No sabíamos lo que habría de pasar años después, cuando el tipo jode-relojes se convertiria en uno de mis mejores amigos. ¿Te acuerdas Marcos? Snif.

También viene a mi memoria la estúpida clase de mecanografía y el gasto que implicaba comprar una máquina de escribir para la clase. Era una hueva ir a esa clase, a sentarse y presionar cinco veces F, espacio, cinco veces F, espacio hasta llenar la pinche hoja, y los exámenes eran una mierda, con aquel famoso "cubreteclado" para ejercitar la memoria de las teclas.
Puedo decir que lo único positivo que saqué de esa clase fue el fortalecimiento de los dedos meñiques de mis manos, por someterlos a tundir teclas, haciéndolos desarrollar fuerzas que nunca creyeron poder alcanzar.
Nunca aprendí mecanografía. De hecho, no se como pasé la clase. Después, con la llegada de la computadora, vino con ella la práctica en el teclado, ahora puedo teclear a una velocidad decente un número satisfactorio de palabras por minuto, solito aprendí.

Todavía tengo la estúpida máquina de escribir arrumbada por aquí en la casa... una olivetti roja, con teclas blancas que se traban. Bien mamona la pinche máquina.
***

Ahora eso fue solo una minúscula porción de todas las cosas que me llegaron a pasar en la secundaria. Pues pasaron muchas cosas más, y se que si hago memoria, las obtendré, pero pienso que es momento de pasar a la prepa.

Ah, la prepa. La prepa fue una etapa linda de mi vida. Llena de buenos momentos, de madurar y descubrir. Y la que más satisfacciones me ha traído y me trae. Snif, que melancolía.

Una cosa digna de destacar, fue el nacimiento de amistades verdaderas. En secundaria y primaria siempre tuve camaradas, compas de pistear o de rato. Nunca amigos. De la prepa salí siendo amigo de gente chingona con la cual trabé amistad. Amistad fincada en el respeto y apoyo mutuo, en la aceptación y la tolerancia, amistades sólidas, con cimientos firmes. Amalgamas poderosas que hasta la fecha conservo.

Recuerdo el ambiente de la escuela, relajado la mayoría del tiempo, tenso pocas veces, donde todos se llevaban con todos, y todos nos llevabamos relativamente bien, nos sentiamos en confianza, pues era una prepa chiquita, y todos nos conocíamos al menos de vista. Era como un pueblito: aunque no se llevaran todos ni se saludaran, si sabían quien era quien y si pasaba algo se sabía.

Recuerdo las clases de "Desarrollo Humano" y lo pongo entrecomillado, por que el nombre de la materia era pura pantalla. Desarrollo humano era una clase de sexualidad hardcore, donde la maestra al tenor de "Usted me dice cuando detenerme" sacaba y sacaba cosas sobre sexualidad de todos los alumnos, así como los demonios y los problemas de más de uno, de hecho, mucha gente lloraba en esa clase al desembuchar toda la mugre que lo aquejaba, sintiendose mejor después, y sintiendonos en confianza todos. Esa clase la impartía la loquera de la escuela: La maestra Abigail, que al principio nos cagaba por que sentiamos invasión de su parte. A la postre Abigail se gano nuestro cariño y llegó a ayudarnos a muchos de nosotros con nuestras broncas personales, como los profesores de la tele o las películas, pero en la vida real.

Hubo una vez, después de una expocición de física que tenía ver con el fuego o una cosa así, un tipo y yo nos quedamos con los cerillos, sonó el timbre y salimos al descanso. Al salir, el vato saca los cerillos y me reta: "¿A que no avientas un cerillo prendido al bote de la basura (cerca de la puerta, atestado de papeles?", "Ah como chingados no" le contesté, prendí un cerillo y lo aventé al bote. Todo estaba hecho, vi como un papelito se prendía. Me valió. Corrí y alcanze a mi compa el Carlos afuera del edificio, y le urgía a que nos largáramos a la primaria cuanto antes a comprar comida; mi amigo se extrañaba por la premura de mi decisión, pero se encogió de hombros.

En eso estábamos cuando el vato que me retó sale corriendo fuera del edificio, doblado de risa, le faltaba el aire y creo que hasta unas costillas se fracturó. os acercamos y le preguntabamos por que la risa, que cual era el chiste. Nos contestó que el bote se estaba quemando. Carlos y yo entramos corriendo al salón. Llegamos al umbral de la puerta y ahi parados veíamos a Marcos, a Aurora y al profesor de matematicas, cuales bomberos heróicos tratando de apagar el fuego.

Marcos bailaba alrededor del bote, manoteando sin saber que hacer, claramente desesperado. El profe le pedía que guardara la calma, marcos sugirió tomar el bote de la parte que no ardía totalmente y lanzar el bote por la ventana y que se terminara de derretir afuera. Se desechó de inmediato esa sugerencia, pues afuera habían hierbas secas, que se queman más fácil, y el 'incendio' podría empeorar. Entonces Aurora, que traía unas papitas y una coca, decidió derramar la coca sobre el bote de basura ardiente. La coca fría sofocó el fuego lo suficiente como para que el profe lo volteara y comenzara a pisar el fuego para apagarlo. Lo consiguió.

El salón quedó hecho un desastre. Olor a humo, cenizas esparcidas por el suelo, y manchas de cocacola secas, pues, por no dejar, derramaron el remanente de la soda en las brasas que quedaron en el suelo. El bote amarillo redujo su tamaño a la mitad y quedó burbujeando por el calor (era de plástico, pues era un bote de pintura) en una esquina, donde hechó humo todavía horas después.

En chinga se emprendió una cacería de brujas en contra de los culpables, osease el tipo aquél y yo merengues dulces. Se convocó a una reunion extraordinaria e inmediata en el salón y con la premisa de "Sabemos que el responsable fue alguien de este salón, y de aquí no se va nadie hasta que salga el culpable". Ya me había reido (para mis adentros) de la chusca escena de los bomberos, y luego caí en la cuenta de lo que había hecho, entonces tomé responsabilidad. No heché de cabeza a nadie, pero se sabía que habían sido dos los culpables. El otro imbécil se acobardó y no dió la cara. Me mandaron a la dirección por un reporte. El director lo llenó y lo firmó. El profesor-bombero también, y como era mi primer reporte, se quedaba en el archivo nada más, nadie se enteró fuera de la escuela. Hasta la fecha, al otro tipo todavía no le crecen los huevos y niega cualquier responsabilidad categóricamente, me la pela. Por cierto, mi sacrosanta madre no sabe que quemé el bote de basura en segundo semestre de prepa, algún día le contaré. Je.

En esa escuela siempre estábamos a la vanguardia. Eramos un grupo de estudiantes de avanzada. Avant Garde a todo lo que dá. Mientras las demás escuelas pinchurrientas llevaban dibujo técnico nada más, nosotros, siempre un paso adelante, llevábamos clases de dibujo técnico, pero en inglés. La clase era impartida por la maestra "Pat", una gordita simpaticona, que hacía de todo en esa escuela: daba geografía, lectura y redacción, manualidades, dibujo técnico, trapeaba la escuela, hacía el café, tejía macramé y planchaba por docena. Ella era un dínamo de la docencia, una máquina incansable de enseñanza, uno de los pilares en donde se apoyaba la escuela y de donde se apeaba el nivel académico. Era un ejemplo para el personal docente de la institución... ah que mamón soy, era la maestra todóloga y si faltaba un maestro ella entraba al quite siempre. Y ya.

Como les decía, ella daba dibujo técnico en inglés, pero en un inglés como de taxista neoyorquino, como el inglés de Apu Nahasapemapetilon, o de mexa primerizo en los yunaites. Con frases como, "Pút aténchon", "Nau yús de ti ruler tu dró a lain" "Plis bi cuayet" "shatap", era el momento botana del día, si no te reías en esa clase, aunque fuera una vez, esque estabas muerto.

Tambien, como ya dije, daba clase de manualidades. No, no se trata de enseñarnos a hacernos las puñetas, era sobre hacer velas, repujado, pintar yesos y todas esas gansadas para perder el tiempo en algo 'de provecho'.

Yo estaba en esa clase de manualidades, por recomendación de mi maestra de dibujo, a la que apodábamos "La chacala". A la vieja en marras le cagaba que remarcara tanto el lápiz en mis dibujos y me dijo disgustada "Te voy a mandar a que hagas repujado con Pat". Le tomé la palabra y ya no entré más a su clase. En menos de lo que dices "Chinga tu madre pinche perra malcogida" me cambié a manualidades.

Durante 4 semestres estuve en esa clase. La pasaba bien haciendo velas, era sedante, y se podía platicar agusto mientras se derretía la cera. Era divertido hacerlas y luego prenderlas en la casa, llegué a tener muchas velas, y comenzé a regalarselas a mis compas, creo que todavía tengo amigos sin velas... hagan favor de pasar a gerencia por su vela. Modestia aparte, están chulas de bonitas, y en venta, por cierto.

Cuatro semestres es mucho, y la maestra comenzó a chingar la borrega a un servidor, por malhablado. Me ponía a platicar con gente ahí y decir algo como "guey" y la maestra en chinga se ponía flamenca y me gritaba "Danieeeeeeeeeeeeeeeel, no digas groserías, la próxima vez que te oiga te pongo un reporte". Eso no era lo malo, lo malo esque solamente la traía contra mi, pues podía llegar cualquier otra persona, ponerse junto a la maestra y decir algo como: "¿Que chingados estas haciendo cabrón?, no mames ¿que pendejada es eso?, está reteculero mejor hazlo todo de nuevo, pinche huevón de mierda". Y la maestra no decía ni pío. Shijos que culera.

O la maestra de contabilidad, Oh, la maestra de conta, mujer sonriente y jovial sin torso. Esa mujer era cabeza, cuello y hombros, chichis, y luego empezaban las piernas. Era muy afable y buena onda, nos explicaba una y otra vez si no entendíamos, llegamos a abusar de su buena fe.

Un día -de los últimos en prepa por cierto- nos dió la hora libre. En chinga cada quien agarro el coto. Todos agusto platicando, la maestra sentada en el escritorio. El Carlos estaba platicando con Marcos recargados en el pizarrón, justo a un lado del escritorio de la maesta y conversaban animadamente; repentinamente, vimos a la maestra apoyar su cabeza contra sus brazos, como descansando.. luego se incorporó por un momento. Entonces sucedió: La maestra se desmayó y cayó hacia atrás, dandose contra el respaldo de su silla, cayendo irremediablemente hacia su costado derecho, donde Carlos estaba sentando y la cachó milagrosamente. En ese momento se armó un alboroto y llamaron a la directora. La directora nos sacó a la chingada del salón a todos y mandó por alcohol para reanimar a la maestra. Afuera del salón estabamos inquietos todos: se había desmayado la maestra y no sabíamos ni que pedo. Recuerdo haber ido al baño y ver a unos weyes de mi salón -que desaparecieron segundos despues del acontecimiento-, cagados de la risa por que se había desmayado la maestra. En ese momento se me hizo mamón, de mal gusto y sin gracia. Pero ahora... si me da risa la neta, pa' que les digo que no si si. Pero poquita nomás.

Recuerdo a nuestro profe de física y literatura: un pobre hombre que trabaja en Pemex y cuando lo jubilaron, se vino a vivir acá a Juarez. Llegó, puso una tienda naturista y consiguió jale como profesor de prepa. Sus explicaciones solo el las entendía, aunque sabía de lo que hablaba. A veces en medio de una perorata sobre newtons y esas cosas, le daba hipo, o se trababa al hablar, como un teporocho. El era el que dirigía el canto del himno nacional en las asambleas cívicas, moviendo las manos con emoción patriótica. Una vez, nos encargó para su clase de física un multímetro. El tipo se emocionó con la idea: nos hizo dibujar el tablero de la máquina muchas veces para marcar las medidas en las posibles prácticas que tendrían lugar cuando todos tuvieramos multímetro propio. Se emocionaba con el multímetro, sus electrodos, sus agujitas y mediciones; tanto, que nos hizo comprarlo. Y una vez que todos lo teníamos, estaba tan emocionado y complacido que en pleno paroxismo de placer se le olvidó para que lo pidió o algo por el estilo. Así que no lo usamos al pinche aparato. Nunca.

Una vez, después de su clase, salimos a receso, mientras salía del salón para llegar a las escaleras, ví a dos weyes del salón -uno compa el otro no tanto- recargados en el barandal, como esperando 'algo'. El profe pasó y mientras bajaba las escaleras, uno de los gueyes -mi compa- como no queriendo la cosa y mientras el profe pasaba junto a el, alcanzó a llamarle, disimuladamente claro, "hebrio", al profe la cayó el saco en chinga -quien sabe por que- y volteó a ver a mi compa con mirada fulminante
como diciendo "Te escuché pendejo" mi compa vió al maestro y, nervioso, señaló al otro wey junto a el, usando de excusa el "no profe, le decía a el, ¿como cree que usted?... no que pues... le decía a el". Yo vi todo suceder. Cuando pasó todo, me di vuleta sobre mis talones, enfile al baño, entre en un cubículo, puse papel alrededor del excusado, me bajé los pantalones, me senté y me cagué de la risa. ajajjaja.
***

Ah, recuerdo tantas cosas de la prepa, los retiros de cada año en la sierra, las idas al estacionamiento a echarnos unos chichos (weyes ¿se acuerdan?, snif), las tortas, las pizzas, las quesadillas con chilorio, la mesa de ping-pong y los juegos reñidos, las cascaritas de fut, los viajes de inglés, las comidas en cici's pizza y las idas al crisóstomo, las risas, los llantos y tantas y tantas cosas que hacian que todo valiera la pena... No mames. Que chingones aquellos días. Lo digo, lo repito y lo sostengo: que lindo es recordar.

deus et dominus natus.

Recordar es vivir.


Ahora me puse a leer en blogs algunos posts sobre la secundaria y la prepa. Entonces, me invadió la nostalgia, y vine aquí a escribir cosas que recuerdo de mi secundaria, y mi preparatoria snif.

Primero que nada, no soy ningún viejo. Estudio apenas mi tercer semestre en la carrera, entonces, teóricamente tengo año y medio de haber salido de la preparatoria; el pedo consiste en que siento que salí de ella hace décadas y me es imperativo recordar lo que sea que tengo en la memoria, que puede ser mucho o poco, depende de mi cerebro.

Ahora soy estudiante universitario, pero durante 11 años fuí estudiante del Instituto México, escuela de hermanos maristas con fama de pederastas, que jamás comprobé yo, o alguien que conozca egresado de esa escuela. Desde segundo de segundo de primaria hasta sexto semestre de preparatoria, estuve en la misma escuela.

Recuerdo, por ejemplo, de la secundaria, a un hermano marista, se llamaba Carlos Hernandez, calvo, gordo, y atlista (por eso me caía bien yo creo). Impartía geografía en primero e historia en segundo.

El viejo era un cabrón, pero también una botana. Nunca faltaba a las clases, siempre llegaba puntual a impartir sus clases, nada lo detenía. Hablaba curiosísimo, y nos llamaba "amigos" a todos. Preguntaba las cosas más inverosímiles (por un punto extra, dígame, ¿desde cuando es presidente de Cuba Fidel Castro? Teníamos 12/13 años, ¿que chingados le pasa?) y dejaba las tareas más extrañas, recuerdo una vez, mientras nos explicaba sobre la decena tragica y Madero y blablabla, nos dijo que Victoriano Huerta esta enterrado aquí a la vuelta (en El Paso) y el que fuera y le trajera una foto de la tumba del calvito traicionero quedaba excento del examen final, por supuesto nadie lo trajo. El hombre tocaba el acordeón para acompañar al coro de la escuela, en tiempo de frío se ponía un chaleco de cuadritos rojos y negros que apenas le cerraba por tener una prominente barriga y le apestaba el hocico bien cabrón... ojetísimo... para que se den una idea, les explicaré como lo pone mi amigo Christian: Podías aventarle una bola de papel o de aluminio. Si el hombre le soplaba, derretía la bola en menos de lo que dices "Te apesta la boca". Así de cabrón era.

Recuerdo cuando daba goegrafía y nos puso a aprendernos las capitales, DEL MUNDO. TODAS las capitales de TODOS los países de TODO el PINCHE PLANETA. A cada rato nos las preguntaba y puntos extras al que se las supiera, por supuesto, nunca me gané un punto extra por que nunca preguntaba de México o las que me sabía, como Estados Unidos, Venezuela, Brasil, la Argentina, el Perú, Francia, Túnez, Egipto, Italia, o Mozambique. Era una chinga me cae.

Era un profe mamón y hacía unos examenes ojetes, de hecho, para su propia diversión, cada vez que nos dejaba por hacer algo culero, siempre nos decía "Exito, amigos". Pendejo, pero lo perdono por ser atlista.

Recuerdo bastantes anégdotas de la secundaria.

-Por ejemplo, una vez, en segundo de secundaria, practicábamos una poesía coral, la poesía comenzaba con todos nosotros incados para decir la primera estrofa y pararnos majestuosamente en la segunda. Un compa se sentía mal del estómago, anduvo todo el día con ganas de vomitar y con fotofobia (jajaja), entonces salimos a la explanada a practicar la poesía. Nos preparamos, ya estábamos incados y toda la cosa, entonces mi compa se para en chinga -antes que todos-, y sale corriendo como pedo de indio a quien sabe donde, extrañados, lo seguimos con la mirada solo para ver que corría rumbo al baño y que vomitaba a medio camino, donde vio un bote de basura. Cabe decir que vió el bote de basura y todo, pero no alcanzó a llegar, entonces llenó de vómito el pasillo.

-O también en primero de secundaria, hubo un suceso que se convirtió en legendario en nuestra generación, así que lo contaré como tal: Cuenta la leyenda que un templado día de septiembre, en el baño de los hombres de la secundaria, en el tercer excusado de izquierda a derecha, apareció algo horrible: Un mojón malencarado y gigantesco, muy largo y grueso, tan largo, que estando encayado en el agujero del excusado, sobresalía del nivel del agua en el inodoro. Era una cosa increíble, la mayoría de los hombres pudimos verlo, y quedamos igual de horrorizados. Horror que se convirtió en asombro, asombro que se convirtió en risa, risa que se convirtió en historia, historia que ahora estoy haciendo leyenda y me vale madres. Siempre se habló que el padre de aquella criatura café, era el profesor de matemáticas, Porfirio "el porfi" Noriega (ese hombre era lo más botana de la escuela, necesita post aparte), aunque todo era especulación. La realidad es, que nadie nunca sabrá a ciencia cierta quien fue aquel que dejó eso en el inodoro, y que, maravillado por su obra, no le jaló al baño para que otros admiraran su trabajo o por el contrario, horrorizado por su creación, corrió como alma que lleva el demonio a refugiarse en el anonimato y sin bajarle al baño, solo para esparcir el horror por todo el estudiantado varonil...

-Recuerdo también que todos los profesores y el personal docente y todos los estudiantes teníamos apodo, no había nadie en nuestra generación sin apodo (El Pañal y Freak on a Leash no me dejarán mentir ¿Verdá mushashos?) y los apodos normalmente eran hirientes, pendejos o simples, pero igual eran graciosos.

Por ejemplo, nuestro profesor de educación cívica -que, convenientemente, renunció al escuela justo antes de ir a un viaje a paquimé, llevándose la feria y viendonos la cara a todos de la manera mas cínica y alegre- tenía por apodo "El Flanders" por su asombroso y casí perturbador parecidijillo con el personajillo, después que Flanders se marchó, en su lugar entro una maestra que no recuerdo su nombre pero a la cual le decíamos "La Kir" pues sus prominentes brazos rebozantes de carne, eran muy similares a la pierna de cerdo, de donde se saca el jamón virginia. También otro profe, el de física, un pobre hombre sucio, con bigote a medio crecer, dientes sucios, y delirios de pastor cristiano, le decíamos "Apu" el afable wey del Kwik-E-Mart, pues podría decirse que sacaron al tipo de la serie, y lo aventaron enrollado en alfombra en nuestra escuela, juro que si alguna vez lo hubiera escuchado decir "Gracias, sañior Homeros, vuelva prontos", mi cabello se hubiera puesto blanco del susto por el parecido. Ese proferor (que me caía en los huevos por cierto) tenía una esposa, una pobre mujer que aparte del trabajo de la escuela, era ama de casa y madre de cuatro hijos, siempre descuidada, y mostrando unas trenzas dobles, que le hicieron acreedora al mote de "La india María". Sin quedarse atrás esta el famoso Profesor Roberto Fernandez que daba matemáticas, cargaba siempre un llavero aturrado con llaves y llaveritos, y hacía ruido al caminar, ganandose el mote de "sonaja" en generiaciones previas a la nuestra, nosotros, lo bautizamos "Profesor Jirafales" por que se enojaban igual. De hecho, a Marcos lo sacó de clase una vez, por que en un exaprupto, a mi amigo se le ocurrió gritar "TA, TA, TA, TA, TA, TA!!!" haciendo que el salón se cagara de la risa y lo corrieran, ah, tan gracioso siempre marquitos.

Recuerdo los mini torneos intramuros de basquetbol y futbol. Y el equipillo chafa y trespesero que arme con mis compas... en la primera edición nos llamábamos "Los pinguinos asesinos del perú", nombre agresivo para intimidar al oponente (¿Contra quien juegan en el receso? Contra los pinguinos asesinos del perú, uuuuuuuu mufasaaaaa) pero al Porfi -que era el que organizaba todo ese pedo- le dio hueva apuntar el nombre completo y solo nos puso "los pinguinos" con lo cual, la intimidación se fue a la chingada y solo nos dejaba con un nombre que solamente infundía miedo a las pantuflas de conejo de mi carnala. No ganamos el torneo, aunque no me queda claro ni cuando terminaba el torneo ni cuando se declaraba un campeón.

En el segundo torneo, ya mas creciditos, nos dió por ponernos "Los chiles", jajajaja no mames los chiles, jugamos un torneo decoroso, y de igual forma, tampoco supimos que pedo con los premios. Ya para el tercer torneo, con mas hormonas que cerebro, nos bautizamos "Los chiles return" pero me dio hueva y ya no les hize el favor de participar juar.

Recuerdo los viajes a Wet N Wild (pa los que no saben, un parque acuatico del Paso) en el día del estudiante y, que marcaba la recta final del año escolar. Recuerdo como a una de las tipas en uno de los toboganes se le subió el top al caer en la lancha, y no solo la vi yo, la vieron mis compas y hasta el salvavidas (volteó a vernos sonriente, e hizo el ademán de cerrar el puño y levantar el pulgar) 8 cabrones en total lo vimos. Cuando se le cuestionó sobre ello, con testigos y evidencia contundente, la tipa en marras rompió en llanto amargo negándolo todo. Ella jamás aceptó el incidente, pero yo -y todos- se lo que ví aquél día, y no lo olvido, snif.

Este post se está alargando mucho, mejor lo dividimos y después escribo la otra parte. Dicen que recordar es vivir, y les creo, no saben la cantidad de risas y añoranzas propias que vienen incluidas en este post. Es lindo recordar.

miércoles, agosto 24, 2005

Masho.


De un tiempo para acá, he estado leyendo y escuchando hablar sobre los metrosexuales, que es en lo que se está convirtiendo el hombre.

Los metrosexuales, como ya deben saber, son los tipos que van al salón de belleza, se hacen el manicure, el pedicure y el pubicure, se hacen sus rayitos, cuidan su cuerpo haciendo ejercicio, yoga y pilates, se untan cremas antiarrugas en la cara, se depilan, y coordinan su ropa. Tienen sentido del estilo, saben lo que está de moda, son correctos, educados, y cosmopolitas; además, siempre traen sus bolas guardadas en una práctica bolsita Louis Vuitton, que es muy chic y está de moda.

Palabras más, palabras menos, a los metrosexuales solo les falta menstruar.

Es por eso, que he decidido hacer este post, como un homenaje a los hombres que todavía no somos tragados por el fashion sense y el queer eye, que de a poco se apodera de los hombres del mundo.

Hace ya algunas semanas, mientras hojeaba una revista, leí sobre un hombre llamado Aron Ralston. Es posible que se estén preguntando quién chingados es Aron Ralston, si lo están haciendo, creo que es tiempo que hagan un profundo examen de su vida.

Ralston, que es un chingón, se fue a escalar y de campamento a las montañas del este de Utah, derrepente, mientras escalaba, una piedra se desprendió del borde y cayó directamente en su brazo derecho, atrapándolo contra el suelo. Cualquier otra persona se hubiera puesto a llorar y después simplemente se hubiera muerto, rindiéndose y maldiciendo entre lágrimas. Pero no él. Ralston se dió cuenta que no podía ser vencido por una pinche piedra gigante de 800 - 1000 libras, así que alcanzó su navaja de bolsillo y SE CORTO EL PINCHE BRAZO CON ELLA, hubo que cortar el hueso para poderlo safar de la piedra y dejarlo libre. Si, leyeron bien, se cortó el brazo con una navajita para untar mantequilla.

No hay fuentes confiables para saber como llegó Ralston a la civilización, los rumores dicen esto: Ralston se curó el muñon con pólvora, después se lanzó de la montaña y cayó arriba de un oso que, sintiéndose amenazado, quiso comerselo, Ralston sacó de nuevo su navaja y esperó al oso a que atacara, el oso trató de zarparlo, pero el Hombre (con mayúscula) se agachó y apuñaló al oso en la cara y en los ojos hasta matarlo. Después lo despellejó, y se quedó con la piel como trofeo. Luego, se aventó al río y nadó con su único brazo hasta llegar a la orilla. Camino hasta llegar a un claro y vió un automóvil meciéndose; Ralston abrió la puerta y vio unos jóvenes trampando adentro, los sacó del auto y puteó al ti[p y cacheteó con su verga gigante a la tipa simplemente por hacerlo enojar; luego siguió caminando y llegó a la civilización. Entró a un restaurante y se comió dos kilos de carne seca, un huevo entero de avestruz y un barril de cerveza, su comida acompañada por salsa Tabasco.

Eso es la verdad (mas o menos) Ralston es un hombre de verdad y un cabrón duro de roer. Merece todo el respeto por ser un chingón y tan duro como un clavo de ataúd. Sanseacabó.

¿Creen ustedes que si David Beckham, Jude Law, Orlando Bloom, o cualquier metrosexual de la tele se encontrara en esa misma situación (o una situacion mas leve) hubiera hecho lo mismo? NO. Ellos se habrían levantado las enaguas, poniendo pies en polvorosa. Los hombres reales no salen en la tele, ni en las películas, ni cantan bonito; no se pintan el pelo ni las uñas, los hombres de verdad son normales y los ves todos los días, y son muchos más de los que se imaginan... aunque no lo crean.

Viva Ralston. Snif.

martes, agosto 23, 2005

Verde.


¿Por que será que los humanos no estamos agusto con lo que tenemos? ¿Por que siempre queremos más? ¿Por que en ocaciones nos causa envidia el prójimo? ¿Qué si alguien más tiene un mejor carro ó ropa más chingona? ¿Qué si está más guapo que tu y tiene mejor vieja? ¿Qué si se pudre en feria y tu apenas te las apañas para comprarte tu atado de faros de cuando en cuando? ¿Qué tiene?

A chingá, ¿pos por que ellos y yo no?

Siempre pasa, y no digan que no. Si un hombre o mujer alguna vez te dijo que "a el no le da/siente envidia, ni al caso" no le creas, te está mintiendo o se está mintiendo. Por ejemplo:

Ejemplo al azar #1: Dos niños, hermanos los dos. El mayor tiene 5 años el menor 3 y medio, jugando en el parque, en el cajón de arena para ser más específicos. Están sentados haciendo castillos de arena, pasteles de lodo, o yo que sé. Tienen su cubeta y su pala para jugar, usan la cubeta, la pala no. Entonces el hermano mayor se da cuenta, y agarra la pala y se pone a hacer hoyos con ella, el menor se da cuenta, y repentinamente, la cubeta deja de ser divertida y la pala es superior. La quiere. Lo primero que hace es pedirle la pala de la manera más atenta a su hermano mayor:

-MIO! -dice el menor. -NO! MIO! -le contesta su hermano. -AMELO!! EH MIO!! (dámelo, es mío) -insiste su hermano firme, pero cortésmente. -NO! QUITATE! - Con un ligero empujón (jugando) el mayor da por terminada la discusión. El hermano menor cae de espaldas en la arena derrotado, pero no vencido, pues se juega su última carta: tirado en el suelo, y llorando (para añadir dramatismo) el menor pronuncia la palabra mágica, que desata el apocalipsis:

-MAMI!!!
-Dime?
-Mia a Fede!! (Mira a Fede)
-Fede, dale la pala a tu hermano, no seas así.
-No, es mía!
-Federico!!
-Si mamá.

El hermano mayor, fastidiado, le entrega la pala a el menor, quien la toma entre sus manos y la levanta triunfante, como si acabara de ganar una ardua batalla, o un mundial de fútbol. Fede ya no tiene interés en seguir jugando en la arena y se marcha a jugar a la pelota; su hermano lo ve y también quiere jugar. Sale corriendo tras él y se ponen a jugar.

¿La pala? Bien gracias.


Ejemplo al azar #2: Estás en un minisuper haciendo tus compritas, sales del lugar con lo que sea que hayas adquirido, y entonces, pow biatch!: Se ve llegar un carro de lujo, chingonsísimo y poco común(el que tu quieras), que se detiene en la tienda; ves a tu alrededor, como buscando: te extraña no ver los carros grandes o las camionetas con guarros cerca del carro o su dueño, pues por el puro carro puedes ver que es "alguien importante" ese auto es demasiado bonito y lujoso como para que lo traiga cualquier pendejo. En eso pensabas en lo que el auto se apaga, la puerta se abre y ves que de él se baja un respetable caballero en camiseta interior, luciendo un short negro de tela brillosa y mocasines sin calcetín; el caballero tiene tres pulseras de oro en la muñeca izquierda, dos anillos con piedras preciosas en la mano derecha, saca su peine negro del bolsillo y dándose una "pasada" te sonríe con su diente de oro deseándote las buenas tardes.
Te ves reflejado en los lentes 'Ray-Ban' del caballero, y puedes ver cara tu de asombro. En ese momento piensas algo como: "Ve aquél pendejo, bajándose de ese carrazo" ó "Pinche naco no mames... pero que carrazo".

Mientras piensas todos esos improperios, apenas le devuelves escuetamente el saludos al respetable caballero.


Por último ejemplo al azar 3: Juan, un tipo cualquiera, sin mayor gracia, de alguna manera (y como a todos les pasa) se consigue morra y es muy feliz a su lado. Comparte con ella su tiempo y su vida: van a fiestas, al cine, a las misiones, a las torres, a los antros, a los bares, con los compas, al Paso, y son muy, MUY felices uno con el otro, se quieren.

Una noche, estando en una fiesta, Fulanita, que tenía fama de colapronta y que conocía a Juan de la escuela, se lo encontró a Juan y charlaron afablemente, a Fulanita no le gustaba Juan.

Entonces sucedió: Llegó la novia de Juan por la espalda y le tapó los ojos, Juan se dió cuenta en chinga que era su morra, giró sobre sus talones, abrazó a su morrita y se besaron tiernamente (aaaaaay que ternura). Mientras todo eso pasaba, Fulana, con cerveza Indio y cigarro en mano, precenció todo esto y comenzó a sentir un deseo de encuerarlo y aprovecharse de el, que era más grande que ella: a Fulana le gustaba Juan y también a Mengana y a Perengana (eran las amigas, snif). Lo mismo pasó con la novia de Juan, comenzó a llamar la atención del sexo opuesto muy cabrón, fue el mismo caso: como tres gueyes andaban tras sus huesitos ahora que estaba con Juan, nomas que me da hueva contarlo todo de nuevo.

Juan y su morrilla fueron sometidos a mucha presión por parte de Fulanita y sus secuaces, pero pudieron con el paquete, ellos prevalecían por sobre las zorras, lo pendejos, los celos y por sobre todos los escollos del camino: Siempre trunfo el amor (aaaaaay ternurita). Fulanita y sus secuaces siempre terminaban pelándosela, y rechinando los dientes, furiosos.

Llego un día y sucedió lo que todos esperaban: Juan y su novia cortaron. Quedaron como amigos, se llevan bien y están agusto. Pero entonces, cuando Juan buscó a Fulanita para ver que pedo que se armaba a ver morra caile y hacemos quiensabequé, ésta ya había perdido el interés.
Lo mismo paso con la Ex los remedos de sancho. No volvieron a tirarle rollo.

Y entonces la vida siguió...


Creo yo, esos tres son claros ejemplos de la envidia del ser humano, extrañamente, éste es un tema de conversación muy abordado últimamente. Pienso que, aunque éstos casos son chistosos y todo, no dejan de ser verdaderos.

La envidia no es buena, y francamente no creo que exista la envidia "de la buena", la envidia es envidia en todos los casos. Creo que desear mejores cosas para ti, es sano; aspirar a tener lo mejor y trabajar para conseguirlo es bueno, es una meta en beneficio propio.

Pero ya es otro pedo completamente distinto envidiar, la envidia es un lastre, no te deja vivir por que siempre te da coraje que el otro tenga mejores cosas que tu. Creo que a todos nos debería valer verga si alguien tiene mejor ropita que uno, o un mejor carro, o una mejor vieja y tratar de conseguir los propios.

***

Ese mi rucanroll!

Por cierto, mi amigo David Godinez, entrañable amigo y licántropo de medio tiempo, cumple años hoy.

Felicidades guey! veinte años ya! Creeme que ahorita no te envidio, pinche ruco! Pfff, que estoy diciendo, voy que vuelo para allá.

Snif.

miércoles, agosto 17, 2005

La Lluvia.


A mi me gusta la lluvia. De hecho, me gusta mucho y no tendría ningún inconveniente en vivir en algún lugar con perpetuo cielo gris y lluvias constantes.

La lluvia es excelente. Me gusta voltear hacia arriba y ver las nubes en diferentes tonalidades de gris, desde el gris claro, hasta gris obscuro, casi tirándole al grafito, que se juntan como avisándote que te prepares, por que viene un aguacero.

Me gusta el aroma húmedo del ambiente cuando esta apunto de llover, y me gusta mucho el olor a tierra mojada que queda cuando termina. No hay mejor cosa que la lluvia en la madrugada, que un trueno sea tu despertador, o que la brisa fresca que entra por la ventana, sea lo primero que respiras en el día. Si llueve, mi día rifa. Es así de simple.

Supongo que la lluvia me encanta por que me saca de la comstumbre. Interrumpe la rutina diaria de vivir en un pinche desierto donde de febrero a septiembre hace un calor culero, de 38 grados centígrados a la sombra todos los días.

Por eso me gusta la lluvia, por que no sucede todos los dias, no es común aquí y viene a darle variedad a la vida (ay la vida, snif).

Imagino que los habitantes de otros lugares de lluvia permanente, como el DF, Seattle, Londres, Liverpool, o que se yo, deben estar uptudimoder de tanta pinche agua. En mi caso, sería completamente feliz en un lugar así, eternamente lluvioso. Je.

En fin...

martes, agosto 16, 2005

Zácate


Hoy en la escuela, y como en muchas otras veces, me topé a mi amigo Carlos (el husband) y comenzé con él, amena plática, larga y tendida.

Sentados en la sombra, intercambiábamos puntos de vista y hablamos de madre y media: Sobre su vida, sobre la mía y otras cosas. Pura gratificación.

La sola conversación nos llevó por temas diversos. Fútbol, la infancia transcurrida viendo Dragon Ball y Dragon Ball Z -y el hecho de que era una especie de pecado mortal perdérsela-, de sus tenis, de su nueva casa, de videojuegos, de sus ideas y de las mías. Su esposa e hijo bien, gracias.

Así nos fuimos hasta llegar al tema de su matrimonio. Hablábamos del tema sin seriedad asfixiante o solemnidad innecesaria, como tratamos normalmente el tema ("Es una decision que te cambia la vida"; "Es la convivencia diaria y el compartir"; blablablabla etcétera etcétera). Solo fue hablar de matrimonio desde el punto de vista de un bato felizmente casado.

Me platicaba de su esposa (que pedo Rosella!) de su hijo y de lo feliz que era. Yo bromeaba con él, diciéndole que si me casaba, mi anillo de matrimonio sería una replica del anillo único de sauron, que por dentro tendría grabado la leyenda "Un anillo para gobernarte".

Desgraciadamente, entré a mi clase y la plática, como todo en la vida, llegó a su final. Pero Carlos me dejó algo que pensar.

Hace rato reflexionaba (por que yo reflexiono...) sobre el matrimonio. Mi idea de no casarme nunca. Puede ser que esta idea esté fincada sobre pensamientos egoístas o muy fatalistas. Aunque yo no lo creo así.

Creo que la raíz de esto, radica en que no me siento capaz de sobrellevar cualquier tipo de responsabilidad por mucho tiempo. Y el matrimonio es, en gran parte y a todas luces, eso. No me siento responsable. Me importa muy poco si algo perjudicial llega a sucederme (o a no-sucederme) por culpa de mis propias irresponsabilidades.

A mi no me gusta preocuparme, más bien me gusta ocuparme: hago las cosas que requieren de mi atención y acción inmediata. Lo demás, lo que no es prioritario, lo atiendo cuando el momento es adecuado (eso es, cuando el asunto requiere de atención y acción inmediata).

Soy un irresponsable, siempre todo hasta el final: hacer tarea del lunes el domingo en la noche, pagar la tarjeta en la fecha de corte, cargar gasolina cuando el carro anda con el puro tufo, etcétera etcétera. Todo lo dejo al último y si no lo hago, finjo demencia, pongo mi cara de sorpresa y espeto ramplón: "Ah chinga, ¿Era para hoy?". Viva México.

Soy irresponsable, y además, egoísta. Son dos defectos (o "áreas de oportunidad", pfff) muy marcados en mi, y que van en contra de cualquier arquetipo o modelo de cualquier compromiso a largo plazo.

No me importa si mis malas decisiones me afectan a mi. Si estoy casado, mis decisionesno me afectan a mi nada más, afectan a mi esposa, a mis hijos, mi familia. Zás...Zácate mejor no.

Aunque para ser honesto, hoy, escuchando hablar al Carlos y viendo lo feliz que es, tengo que admitir que, al menos por un instante, el matrimonio no me parecía una idea tan descabellada. Se me antojó. Pero fue eso, un simple antojo.

La neta, no se que vaya a ser de mi en el fututo y ahorita no me importa. Aunque creo que, si se da el caso remoto en el que me enamore tan cabronamente como para cagarme en los calzones y dejar de fumar... creo que lo pensaría.

ejeje, de todas formas todos los que dicen que "no creen en el matrimonio" se la pelan y acaban casándose.


Victa iacet Virtus

lunes, agosto 15, 2005

Sin título.


Hace mucho que no escribo aquí, en parte por que me quedé sin ideas para cuentos, en parte por hueva... el asunto es que hace mucho que ni rastro de mi en esta recua de blog.

Bueno, pues ahora trataré de escribir aquí de nuevo, cualquier pendejada. Total, ya no me importa el contenido, ni la puntuación, ni el estilo ni nada. Es nada más para venir cuando tenga algo en mente, escribirlo, luego leerlo y cerrar la ventanita como si nada hubiera pasado, que era el chiste desde un principio. Una especie de WC.

El baño, como todos sabemos, satisface una función específica: te dan 'ganas', llegas, te echas un cague, meas, o wacareas y luego te vas; feliz de la vida y con el espíritu rozagante y liberado. ¿Apoco no les encanta?

Ya no pretendo nada con esta página. Antes pretendía que me leyeran y me dejaran comments y dijeran "ay-pero-que-lindo-que-escribe, ay-pero-que-chidos-cuentos, ay-pero-que-lúcido-es". Si, si, mea culpa, pendejo ya sé. Ni pedo.

Ahora la página está. Nada más. Es un vertedero de pendejadas para mi entretenimiento y el de ustedes, que por gusto, por ser compas, familia, o por andar de cerdos buscando porno en el google, caen a leer por aquí.

Como quiera ya dije más que suficiente y ya me harté. Ahora solamente falta ver si cumplo lo que digo.